| Descripción |
Es una construcción pequeña pero de compleja estructura, pues presenta elementos de diversas épocas y estilos. En efecto en el muro de la epístola se conserva completa pero tabicada una portada románica. Por el exterior se aprecia el arco de medio punto con chambrana y el cuerpo rectangular de sillería en el que se inscribe, coronado por una cornisa con una serie de diez canes sin decoración. En el interior del templo, se observa que esta portada tiene derrame con tres arquivoltas, y capiteles e impostas esculpidos con decoración vegetal. La nave es de tres tramos con arcos de medio punto, que pueden obedecer a la primitiva construcción medieval, aunque en época barroca se construyeron entre ellos bóvedas de medio cañón con lunetos. Hacia el este se amplia la iglesia en forma de cruz latina con un espacio central preexistente cubierto por una sencilla bóveda de crucería. Tanto el presbiterio como las capillas laterales abiertas mediante arcos de medio punto a modo de transepto se cubren con bóvedas barrocas de medio cañón con lunetos. En la imagen exterior se puede apreciar que la estructura no obedece aun impulso coherente sino a diversas ampliaciones y reformas. Es muy baja de proporciones y trasdosa nítidamente los espacios internos. Los muros son de mampostería y aparece revocado el de la fachada de los pies, donde se abre una sencilla portada con arco levemente rebajado. En el muro de la epístola se sitúa una pequeña torre de dos cuerpos de planta cuadrada con prominentes cornisa y remate hemisférico. SIPCA (02-07-2015)
Se trata posiblemente de la sala de campanas más pequeña en la que hemos estado: apenas un metro cuadrado, o sea un metro de lado. La torre, de buena factura, de sillería, incluso la bóveda de la sala de campanas. Ubicada precisamente encima de la puerta románica, está un poco desplomada, lo que justificó, en el siglo XVIII, el cierre de la misma, reforzándola para soportar el peso de la torre.
El pueblo del Verraco
Dicen los mayores que Cimballa se llama el pueblo del Verraco porque en tiempos muy antiguos Cimballa era un barrio de otro pueblo y se quería independizar, pero tenían que tener un número de vecinos y faltaba uno. El día que llegó el gobernador a contar los vecinos vio que faltaba uno, pero como había alguien tocando la campana, le dijeron que no podía estar en misa y repicando.
Por eso Cimballa fue pueblo con Casa del Lugar o Ayuntamiento propio. Pero resulta que habían puesto un verraco en la torre, con la cuerda de la campana atada a la cola, y la comida lejos. Como quería comer, movía la cola y así tocaba la campana.
Nota del editor Por supuesto no hay constancia de ese hecho, que es una forma simbólica de expresar tanto la independencia del pueblo como la integridad y astucia de sus habitantes. Esta leyenda se repite a lo largo de todo el mundo, aunque el animal suele ser un perro (con un rabo mucho más fácil para atarle una cuerda). Cuesta creer que en esta torre, de tan escasas dimensiones, pudiera subirse y estar un verraco tocando la campana... |
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Protección |
Inmueble incluido en el Censo del Gobierno de Aragón 1-INM-ZAR-020-082-001 |
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Graffitti |
"AÑO I6ZO" al pie de la torre y encima de la portada románica.
Debajo de la campana mayor pone "1989", año de la primera reparación. |
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Estado original |
En 1975, cuando comenzamos a documentar la torre y sus campanas, solamente se podían repicar, desde la misma torre, ya que la instalación imposibilitaba el bandeo de la pequeña y hacía casi imposible el de la mayor. |
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Estado anterior |
La restauración llevada a cabo en 1999 tuvo dos fases. En una primera (a cargo de los presupuestos del año anterior de la Diputación General de Aragón) se soldó la campana pequeña, rajada, se restauraron los yugos de las dos y se renovaron los herrajes, especialmente los rodamientos autocentrados para permitir el bandeo de las dos campanas. También se instalaron sendos electromazos y había un proyecto de programación de los toques tradicionales de la población tanto entre semana como para los domingos, días festivos y toques de difuntos. No se incluyó el ordenador que hubiera hecho posible estos toques automáticos. Los trabajos fueron realizados por INDUSTRIAS MANCLÚS de Rafelbunyol.
Por una donación particular, poco tiempo después, la empresa COMERCIAL LATORRE de Corella instaló una especie de ordenador, muy aparatoso, pero de difícil programación, con toques prefijados nada relacionados con la tradición local. Este aparato, en realidad más propio para la programación de riego por goteo, no sólo tocaba las campanas sino que gestionaba una esfera, de grandes dimensiones, ubicada en la cabecera del templo, hacia la plaza, y tocaba además los cuartos con la pequeña y las horas con la mayor. Este mecanismo duró afortunadamente poco tiempo, tanto en los toques como en la gestión de la esfera, que por una avería giraba la manecilla de las horas sin parar, durante varios meses. |
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Estado actual |
En la restauración de la fachada románica y de la torre se han incluidos dos sogas que llegan desde los badajos de las campanas hasta el pie de la torre, en el arranque de la escalera que sube hasta el coro, estando marcada la cuerda de la pequeña, para su identificación. La idea es buena pero está mal realizada, ya que al pequeño tamaño de los badajos (y escaso peso) se une la longitud de las cuerdas, que hacen varios requiebros, de modo que a pesar del tirón apenas suenan las campanas tocadas desde abajo.
Cuando nos encontramos en el pueblo, subimos a tocar las campanas del modo que nos enseñaron los antiguos y que se describe más adelante. |
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Acústica, afinación de les campanas |
Con escaso criterio, únicamente estético, se ha demolido las dos ventanas tapiadas (norte y sur) que no solamente servían para cortar los vientos dominantes sino y sobre todo para hacer de caja de resonancia y transmitir el sonido de las dos campanas hacia el este, donde se encuentra la mayor parte de la población, especialmente en la parte alta o "Chorrillo". De este modo las campanas apenas se oyen en esta parte del pueblo. |
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Palomas y otras plagas |
En los últimos años anidan uno o dos pares de palomos, en el espacio que une el coro con la subida a la torre, dejando todo lleno, hasta la propia sala de campanas, de excrementos. A pesar de tratar de limpiarlos regularmente, a los pocos días vuelve a estar todo sucio.
Se plantea el problema de conservación del patrimonio que se repetirá por todas las torres de la comarca: ¿como compatibilizar la protección del inmueble y sus instalaciones con la protección de una especia animal que no tiene ningún riesgo de extinción? |
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Campanas |
La torre cuenta con dos campanas, la pequeña orientada hacia el río, de 1767, con una habitual inscripción dedicada a la Sagrada Familia y la mayor, de factura industrial, plausiblemente fundida por los COLINAS de Sigüenza en 1889. Los yugos de ambas campanas, de madera, tienen los ejes acodados, para aumentar el contrapeso de la madera, y son sin duda más antiguos que las propias campanas. El de la menor tenía un conjunto de clavijas metálicas y cuñas de madera que no se pudo conservar durante la restauración, mientras que los herrajes de la mayor ya correspondían a factura del XIX, época de su fundición, aunque el yugo parece más antiguo.
En la sacristía hay una pequeña campana, de escaso sonido pero de gran interés, ya que fue fundida por VAN EYNDE en Mechelen en 1553. Hay también otra campanilla de mano, utilizada habitualmente, de finales del XIX, sin interés. |
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Toques tradicionales de campanas |
Pudimos documentar, afortunadamente, al antiguo sacristán Francisco GÓMEZ, sus toques, que eran los habituales en pueblos de Aragón.
Los toques de oración, tres veces al día, con unos golpes de la mayor, los toques de misa diaria, unos cuantos golpes con la misma campana, y el repique de domingos, con las dos campanas. El señor GÓMEZ tocaba el repique de modo que tenía la grande con su mano derecha y la pequeña con la izquierda. Este repique se tocaba los sábados y vísperas de fiesta al mediodía después del toque de oración, mientras que para la misa de los domingos y fiestas, inmediatamente después sonaban unos cuantos golpes de la campana mayor. No había segundo toque, ese es un añadido posterior cuando la gente tiene relojes en casa, sino que al iniciar la misa se daban "las campanadas", es decir el toque del principio de la celebración. Al oír el repique iba la gente al templo y los hombres se quedaban hasta oír las campanadas. En aquellos tiempos no había bancos y las mujeres se traían tanto las sillas como un pequeño "banco", una estructura donde ponían velas durante la misa por los difuntos de la familia. Las mujeres se sentaban delante, y los hombres detrás y en el coro.
El toque de difuntos o "clamores" es de gran complejidad. Se dice que se tocan tres para hombre y dos para mujer, pero creemos que se toca uno más, del modo siguiente: "clamores" (las dos campanas alternadas a mayor velocidad que el repique) + 3 series de las dos campanas repicando primero la mayor y luego la pequeña, con golpes rápidos. Esta cadena se repite tres veces para hombre y dos para mujer, haciendo a cada pasada más breve la serie de las dos campanas, y se finaliza por otro clamor. Esto para el aviso de la muerte. Luego, para la misa de entierro se sustituye el repique de los domingos por un solo clamor (sin indicar el sexo) para el primer toque.
Parece ser que en las fiestas mayores (el Santísimo Misterio, el Corpus) se bandeaba la campana mayor repicando con la pequeña (lo que repite el esquema habitual de las catedrales zaragozanas, es decir el repique de todas las campanas menores mientras bandea en el centro solemne la campana mayor).
Por supuesto, había un toque de alarma tocando descompasadamente la campana mayor.(a cargo de los presupuestos del año anterior de la Diputación General de Aragón) |
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Actuaciones |
En 2015 se ha descubierto la puerta, y se está procediendo a su restauración. Se han rejuntado los bloques de sillería, especialmente de la bóveda, se han repuesto los faltantes de las cornisas tanto de las ventanas como del remate de la torre, y se han quitado los muros posiblemente de adobe enfoscado, que cegaban los vanos norte y sur de la torre. |
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