| Descripción |
La catedral está situada en el punto más alto y más antiguo de la ciudad, en La Navarrería, en el solar donde se levantaba el primitivo templo románico y, donde a su vez, probablemente se asentaba un edificio dedicado al culto religioso en la época de la Pompaelo romana.
Se trata de un complejo arquitectónico resultado de sucesivas etapas constructivas entre los siglos XII y XIX.
La fachada principal de la Catedral de Santa María de Pamplona, levantada a los pies, responde a una decisión del cabildo de sustituir la portada anterior románica que aún se conservaba. Dicha puerta, formada por dos huecos de medio punto abocinados siguiendo el modelo de la portada de Platerías de la catedral compostelana- entre dos torres de diferente altura, no debía corresponder con la suntuosidad del edificio gótico debido a su sencillez, y ya a mediados del siglo XVIII, el obispo don Gaspar de Miranda expresó su intención de construir una nueva, de carácter monumental que dignificase el templo.
Hasta el año 1782 el cabildo no aprueba la remodelación de la fachada, a instancias del arcediano de la Tabla, Juan Miguel de Echenique, quien aportó la cantidad de 18.000 reales de plata y 1.000 doblones para el inicio de la nueva fábrica. Son varios los arquitectos que presentaron trazas -de las que se conservan todavía sus dibujos originales en un estilo tardobarroco-, entre los que se citan los nombres de Santos Ángel de Ochandátegui, Juan Lorenzo Catalán y Vicente de Ariza.
Presentados los proyectos por el arcediano de la Valdonsella, Felipe García de Samaniego, para su aprobación a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, ésta los rechazó y sugirió que se encargasen nuevas trazas al arquitecto Ventura Rodríguez, director de la institución, quien firma su proyecto el 5 de febrero de 1783. Ventura Rodríguez se encontró con la dificultad de tener que acoplarse a un edificio preexistente que poseía un sistema constructivo radicalmente diferente, pero consiguió resolver el enlace entre la fachada y la edificación medieval mediante la ampliación de las naves en un tramo más en la zona de los pies, de forma que pasaron a contar seis en lugar de los cinco tramos iniciales, resultando esta ampliación una replica exacta del estilo y las formulas arquitectónicas y decorativas de la fábrica gótica. La dirección de las obras, por indicación del propio Ventura Rodríguez, corrió a cargo de Santos Ángel Ochandátegui, recibiendo en correspondencia a su labor la cantidad de 800 pesos anuales. En mayo de 1784 se iniciaron los trabajos que se prolongarían por espacio de seis años.
La nueva fachada, que actúa como telón de la iglesia gótica, presenta un pórtico central tetrástilo con dobles columnas gigantes de orden corintio -realzado por una escalinata- que sostienen un entablamento y un frontón triangular superior con un escudo en cuyo campo se labra un jarrón de azucenas. Sobre el frontón, una balaustrada marca el inicio de un segundo cuerpo, retranqueado, donde se inscribe un rosetón neogótico entre paneles cajeados que reciben también como coronamiento un frontón triangular, en correspondencia con el nivel inferior, rematado en cruz que adoran dos ángeles, obra del escultor Julián de San Martín. Este cuerpo central enlaza por medio de dos paños laterales -abiertos por una puerta y una ventana superpuesta rectas- con sendas torres, una por cada lado, de fuste cúbico con molduraciones que marcan la división de los distintos cuerpos, vanos rectos encintados y cuerpo de campanas ochavado con cuatro huecos de medio punto entre dobles columnas compuestas que remata en una cúpula bulbosa. La torre norte alberga, entre otras, tres campanas del siglo XVI y la llamada campana «María», que fundida en 1584, posee un tamaño excepcional y sólo es tañida en las grandes solemnidades.
Las escasas esculturas que acompañan esta monumental portada, se ciñen a puntos muy concretos y se subordinan claramente a la arquitectura. El proyecto inicial contemplaba un programa iconográfico en el que se incluían un relieve de la Asunción de la Virgen, dos imágenes de San Pedro y San Pablo destinadas a ocupar los nichos del atrio y cuatro esculturas de santos navarros que se emplazarían en los pedestales de la balaustrada del segundo cuerpo, además de los dos ángeles del coronamiento ya comentados. Dada la delicada situación económica del cabildo, se optó únicamente por la ejecución de estos ángeles y de la medalla de la Asunción, debida a la buena labra del escultor Julián San Martín, que se empotró en el muro hastial. En conjunto, se puede afirmar que la fachada, perteneciente a la última etapa del arquitecto Ventura Rodríguez, responde ya a criterios academicistas -todavía con algunas influencias barrocas italianizantes, especialmente en el cuerpo de campanas de las torres- que valoran el sentido estructural del edificio, potencien la volumetría de los elementos constructivos y prescinden de la decoración por considerarla un aditamento superfluo, tendiendo hacia la depuración y la sobriedad de las formas. Predominan visualmente los ángulos y las líneas rectas, y la distribución de los diferentes volúmenes y el estudio de proporciones tienden a la claridad compositiva. Pamplona ayer y hoy |
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Protección |
Bien: Iglesia Catedral de la Asunción de Nuestra Señora
Comunidad Autónoma: C. F. Navarra
Provincia: Navarra
Municipio: Pamplona
Categoría: Monumento
Código: (R. I.) - 51 - 0000755 - 00000
Registro: (R. I.) REGISTRO BIC INMUEBLES: Código definitivo
Fecha de Declaración: 03-06-1931
Fecha Boletín Declaración: 04-06-1931
Disposición: DECRETO
Matiz: TRAMITADOS 6º A
Fuente: Ministerio de Cultura (2007) |
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Graffitti |
Hay diversos grafitos en las dos torres y sus accesos.
En la torre norte dice, al principio, "Ala campana / grande 151 esca..."
También dice "Relox... "
En la tarima de madera, debajo de la "María" hay una pequeña placa de recuerdo: "JOSE RAFAEL LEOZ YOLDI / 9 - VI - 1943 / + 10 - VII - 2005 / CAMPANERO DE LA CATEDRAL"
En la torre sur hay una inscripción incisa, con letra neogótica, que dice "Ariz". Debajo dice, pintado con grasa, "RUFINO. / M" y encima "Jacinto", con una epigrafía más antigua. Se encuentran entre el vano vacío y la campana 1.
Junto a la campana 2, a la derecha, dice "S. G."
Entre la campana 2 y la campana 7 dice entre otras cosas "Simón / O..JO" / "RUFINO / Mª"
Entre la campana 4 y la 7 dice "Z / Oloriz"
Uno reciente "HIC ALBERTVS / VOCAVIT / PER / CYMBALLOS" ha desaparecido con las obras de restauración.
En la puerta de la sala del reloj hay diversos grafitos escritos con lápiz entre los que destaca "Viva Franco / III Año Triunfal" (1938) |
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Estado anterior |
En 1992 había, como en la actualidad, dos grupos de campanas ubicados en torres diferentes. Las campanas exclusivamente litúrgicas, ubicadas en la torre sur, parte de las cuales conservan la instalación original de yugos de madera, y están dotadas de sendos electromazos, y parte de las cuales que han visto substituidos sus yugos por otros de hierro, y tienen motor de volteo continuo.
En la torre norte había - y hay - cuatro campanas: por debajo de la gran María, una enorme campana fija de toque exclusivamente manual, están las dos del reloj (de los cuartos y de las horas) así como otra grande, de caracteres góticos, y rajada desde tiempo inmemorial.
En la misma torre norte, en la plataforma de madera desde la que se toca la María, hay una gran sirena eléctrica, utilizada en la guerra civil para avisar la llegada de la aviación enemiga. |
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Estado actual |
Hay pocos cambios, excepto la formalización de un grupo de campaneros que se dedican a tocar las campanas de la torre norte, especialmente la María. Este grupo está comenzando a repicar también las campanas de bandeo y de repique de la otra torre. |
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Palomas y otras plagas |
Los palomos ensucian mucho las campanas de la torre norte, especialmente la gran María y la María gótica, quizás por estar más resguardadas. |
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Campanas |
En la Catedral hay once campanas distribuidas en las dos torres.
En la torre sur hay siete campanas, de uso litúrgico, que ocupan los distintos vanos, excepto el este, aunque tiene preparados los canales para ubicar otra campana. En esta torre hay tres campanas romanas y cuatro esquilas, y en consecuencia la campana ausente, tanto por la amplitud del vano como por coherencia interna del conjunto, debería ser también romana. Dos de las esquilas están mecanizadas por MURUA que sustituyó el hermoso yugo de madera original por el suyo de hierro fundido, dotándolas de sendos motores de volteo continuo con cadena. Solamente la campana mayor de ésta tiene un electromazo externo, por gravedad, para otros toques automáticos.
Por su parte, en la torre norte se encuentra, en el centro y en la parte superior, la gran campana María, la mayor en uso en todas las Catedrales de España, y que se toca de manera exclusivamente manual. En los vanos externos están las dos campanas del reloj (de cuartos y de horas) así como una gran campana gótica, dotada de yugo de madera para bandearla, pero desgraciadamente rajada y por tanto sin sonido. A pesar de la espectacularidad formal y sonora de la campana María, ésta otra, denominada también María, es probablemente el elemento de mayor valor del conjunto.
Hay una curiosidad, poco usual entre las campanas de Catedrales y es que tres campanas mayores tienen no sólo el año sino el mes y el día de su fundición (algo bastante inusual, ya que siempre hay variables que intervienen en una fundición que pueden retrasar o acelerar el proceso de vertido de metal). |
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Toques tradicionales de campanas |
En la torre sur hay indicios del sistema de toques habituales. Desde el nivel de acceso a la torre por la casa del campanero, es decir a media escalera, se accede al gran tubo central de la torre, en donde hay un suelo de tablas, muy inseguro, y por tanto difícil de documentar. Este espacio era llamado "el cubo".
En las paredes hay cinco ganchos, que se corresponden con otros tantos agujeros en la parte superior, unidos a las cinco campanas mayores de la sala, que se tocaban por tanto con soga desde ese nivel intermedio. Hay también grafitos en la pared, junto a los ganchos, aunque la precariedad de las tablas impide una confirmación. En uno de ellos parece leerse 72, que podría ser el número de golpes para ciertos toques. Los grafitos serían, por tanto, un manual de instrucciones de los toques diarios. Quedan restos de cuerdas, así como un par de alambres articulados, a modo de cadenas de largos eslabones, probablemente utilizados por durar más que las sogas. Hay dos pequeñas poleas voladas, en la cornisa de la torre, por la parte trasera, que también están sobre la antigua casa del campanero y que pudieron servir para tocar las dos campanas pequeñas desde abajo, extremo que debemos verificar.
Si bien las campanas mayores tuvieron palanca para iniciar el bandeo, hace mucho que desaparecieron estos elementos auxiliares. Por el contrario hay una especie de asas, al exterior cuando la campana está en posición normal (y por tanto al interior cuando se bandea) que indicarían una manera de bandear similar a la actual de Artajona, es decir tirando hacia adentro de las campanas. Esta forma se justifica por el menor esfuerzo, la caída del badajo en el interior de la torre en caso de rotura e incluso la del campanero en caso de golpe, aunque las campanas giren, por lo general, mucho más lentamente. Las cinco campanas tocadas desde abajo se fijaban con ganchos a la pared para evitar su movimiento; incluso las dos con yugo de hierro conservan aún este accesorio. Las tres mayores tenían además otro gancho en la parte inferior (del que se conservan dos en su sitio y otro desaparecido aunque persisten las huellas en el muro) para dejar invertida la campana entre bandeo y bandeo. |
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Toques actuales de campanas |
Los toques actuales se dividen, como las torres, en dos grandes grupos. En la torre sur o de las campanas, está el conjunto litúrgico, mal mecanizado, que utiliza un mazo externo y un par de motores de volteo continuo, probablemente averiados, para producir ruido con las campanas, sin relación con los toques tradicionales. Los campaneros de la Catedral participan cada vez más con estas campanas, y en 2008 tiene un conjunto de sogas, unido a un palo central, para repicar las tres campanas mayores desde el centro. Incluso se han hecho pruebas de bandear, con soga, una de las campanas menores.
En la torre Norte se utiliza la gran campana María para una serie de toques manuales, durante las grandes festividades, acompañada por el repique desenfrenado de la campana de las horas. Probablemente el toque de ésta última sustituya al de la campana gótica María, actualmente rajada y en desuso, que pudo haber volteado antes de su rotura, pero que ahora no podría debido a la instalación posterior de una tarima de madera para facilitar el toque manual de la campana mayor. |
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Toques propuestos de campanas |
A partir de la relación de toques existentes, en parte publicados, queremos proponer una serie de toques adaptados a las necesidades actuales cultuales y culturales de la Catedral, y programados de tal manera que puedan interpretarse tanto de manera manual como automática.
Esta propuesta se realizará a lo largo de la redacción del presente trabajo. |
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Propuestas |
La restauración de los dos conjuntos de campanas, ubicados en las dos torres de la Catedral, debe suponer una revitalización de ambos conjuntos y no solamente la puesta en valor y renovación de la campana María y sus campanas adyacentes.
Creemos que el proyecto debe partir de un par de puntos muy ambiciosos: restauración y reubicación de la campana María gótica así como restauración del conjunto de campanas litúrgicas, de modo que vuelvan a repicar y bandear (es decir voltear) como antaño, tanto manual como automáticamente.
Proponemos en primer lugar la soldadura de la María gótica y su reubicación en el octavo vano, actualmente vacío, de la torre sur. De este modo se ubicarían allí las ocho campanas de volteo: cuatro pequeñas de forma esquilonada, y cuatro mayores de forma romana. Debe estudiarse si la campana menor debe permanecer fija, como parece que ha ocurrido en los últimos decenios, o debe bandear como las otras. En cualquier caso deben restaurarse los yugos de madera, conservando en lo posible todas las partes originales, y sustituyendo aquellas otras, como los rodamientos, justificadas por la seguridad o la conservación del conjunto. Del mismo modo los badajos deberán ser del tipo, tamaño y peso de los actuales, para preservar no sólo la sonoridad original sino también la conservación de los bronces.
En la torre norte o de la María mayor parece conveniente, tras la bajada de la María gótica, reubicar las dos campanas del reloj, retranqueándolas de manera que queden tras una rejilla de acero transparente tanto a los sonidos como al impacto visual, de modo que se proteja el conjunto de las aves. Las dos campanas del reloj deben permanecer inmóviles, y sería muy aconsejable que se sustituyese el repique de la campana de las horas, que carece de justificación, por el toque acompasado o incluso por el bandeo manual de las campanas de la otra torre. Lo coherente sería que solamente tocase la campana María en aquella torre norte, dentro de un estricto calendario anual que limitase su extraordinaria voz a las cuatro o cinco ocasiones que justifican el esfuerzo de su toque.
En cualquier caso todas las campanas deben limpiarse, por dentro y por fuera, de manera que se recupere la voz original de las campanas y se eliminen los excrementos de palomos y otras aves, especialmente de la María mayor. Esta limpieza debe preservar, sin embargo, los grafitos de alguna de las campanas, especialmente las inscripciones de carácter histórico o de mayor antigüedad, documentándose todas ellas. |
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AutorCALVETE HERNÁNDEZ, Pascual (1991) VILA TARÍN, Vicente (14-09-1992) MOLLÀ i ALCAÑIZ, Salvador-Artemi (2000) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (06-09-2005) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (26-04-2008) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen / LLOP i BAYO, Francesc (19-06-2008) ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (11-05-2009) |
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