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© Las Provincias (2010) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 12-05-2024 |
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La subida al Fadrí es una cita ineludible dentro de las fiestas de la Magdalena. Cerca de 200 personas aguardaban ya desde las 15.30 horas a las puertas del emblemático monumento para no perderse una de las vistas más desconocidas e inusuales de la capital de La Plana. Esto y la historia de la torre-campanario son motivos suficientes para que todos los años haya cola para visitarlo.
Guiados por los miembros de la Colla El Pixaví, en grupos de entre 25 y 30 personas, vecinos y visitantes de la ciudad, ascendieron por los 200 escalones para conocer la historia de los cuatro espacios en que se divide el monumento: la cámara del reloj, la prisión de eclesiásticos, la vivienda del campanero y la sala de las campanas.
A las 17.40 en torno a las cuatrocientas personas ya habían tenido el privilegio de subir hasta lo más alto del Fadrí, uno de los hitos urbanos más conocidos de la capital de La Plana. «Nos gustaría que subiera más gente, pero la visita solamente se puede hacer mientras haya luz solar», explicaba uno de los miembros de la Colla El Pixaví. Para dar cabida a más personas, ayer decidieron comenzar la actividad un cuarto de hora antes del horario oficial.
Al final de la tarde, alrededor de 700 castellonenses habían descubierto los entresijos del Fadrí y habían disfrutado de unas vistas de la ciudad poco conocidas. El frío no impidió que la gente hiciera cola para subir los peldaños del Fadrí, en una visita que organiza la Colla El Pixaví desde hace ya 22 años.
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