Las cuatro campanas ya restauradas antes de elevarlas al campanario - Autor: LAS PROVINCIAS
Las cuatro campanas ya restauradas antes de elevarlas al campanario - Autor: LAS PROVINCIAS
Pepa, María Asunción, Josefina, y Ana se habían quedado mudas y hoy han recuperado la voz. No, no es un milagro, es el resultado de la restauración de uno de los bienes más preciados de los pueblos y ciudades: las campanas. Es un ejemplo de recuperación del patrimonio cultural valenciano que en este caso llega desde una pequeña localidad de la Ribera, como ha sucedido en otras y también en la ciudad. Dos bronces del siglo XIX y otros de los años veinte del pasado siglo han rejuvenecido.
Los bronces del campanario de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Càrcer han regresado a casa tras haberse sometido a un completo proceso de restauración que ha corrido a cargo del taller Electro Recap S. L de Adzaneta de Albaida. Tras cerca de dos meses las cuatro campanas, de peso total superior a una tonelada (1.250 kilos), se han sometido a una rigurosa intervención, han recuperado el brillo, afinado la voz y mudado sus melenas. Ahora ya están en condiciones de volver a acompañar la vida del pueblo, a cantar sus alegrías y también a lamentar sus tristezas, como resultado de una intervención que supone una intervención que recupera elementos «el patrimonio material, sonoro y emocional», como ha destacado Vicent Tomás, quien junto a su hermano César son los responsables del experto taller.
Detalle de la fundición de la campana María Asunción - Autor: LAS PROVINCIAS
Vicent ha explicado a LAS PROVINCIAS que el primer paso fue «limpiar cada campana con chorro de arena a presión, es decir, con silicato de aluminio», este trabajo permite retirar la patina que con el tiempo cubre a este metal noble y así devolverle el brillo que mostraban esta mañana cuando han sido depositada en exposición ante la puerta del templo parroquial. Además, se han sustituido los yugos. «Eran de metal y ahora son de madera», concisión que llevará a que ahora «suenen de una manera más dulce porque la madera evita las vibraciones», ha apuntado el especialista. «Tendrán un sonido más bonito, más clásico», ha apuntado.
Las cuatro piezas se han elevado hasta lo alto del campanario con una inmensa grúa y bajo la mirada de los vecinos de la localidad que no han querido perderse un momento sin duda histórico para el pueblo. Más allá de los sentimientos y las emociones, que sin duda despierta este peculiar instrumento, las cuatro piezas encierran los valores ya apuntados por el especialista en su restauración, además de que también saca a la luz un trabajo de gran tradición como es el de los fundidores y el de los restauradores. Vicent Tomás ha destacado que estos cuatro elementos patrimoniales mostraban un buen estado de fundición, además de que las inscripciones en las que se puede leer el nombre de cada una de ellas y la fecha de fundición «tiene un tipo de letra muy interesante».
Nueva melena deuna delas campanas. LP
Los bronces más antiguos de esta localidad se fundieron en el siglo XIX. La primera en nacer fue la campana María Asunción en 1809, siguieron la de 1848 y posteriormente, ya en el siglo XX el pueblo contó con otras dos, una fundida en 1926 y 1927. «La más bonita es Asunción», ha apuntado Vicent Tomás.
La intervención se ha llevado a cabo sufragada por una subvención de la Conselleria por importe de 40.000 euros y una aportación municipal de 10.000. Ha sido un proceso que arrancó en la pasada legislatura con la redacción de la memoria para la solicitud de la ayuda y su petición. Las actuaciones posteriores se han completado a lo largo de los últimos meses, tal como han informado desde el Consistorio. El patrimonio valenciano ha ganado cuatro bronces incritos en la historia de un pueblo, en la historia de Valencia.
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