Un pequeño grupo asiste al fenómeno astronómico en la vieja prisión del Micalet
Los constructores del campanario orientaron una ventana de tal manera que un día al año entra al centro de la sala un nítido haz solar
Efecto del rayo de luz en el centro de la ventana, ayer - Autor: MORENO, Paco
«¿Decepcionados? Al contrario, estamos muy contentos porque esperábamos no ver nada por el día tan nublado que ha salido». Jorge Contreras y Elvira Mocholí fueron dos de los integrantes del pequeño grupo que ayer disfrutaron como niños fotografiando algo tan fugaz como un rayo de luz.
La historia se conoce desde 2009, cuando el presidente de la asociación de campaneros de la catedral, Francesc Llop, descubrió casi por casualidad un curioso fenómeno astronómico. Una de las ventanas de la antigua prisión del Micalet está dispuesta de tal modo que el día de Asunción, ayer, entra un rayo de sol para caer justo en el centro de la sala.
Una muestra de pericia de los que diseñaron el campanario medieval y que cada año atrae a un numeroso grupo de personas. En este caso, el día amaneció nublado y eso dejó la comitiva sólo en nueve personas, que esperaron pacientemente a que brillara el pavimento de barro.
«Vine el pasado año y me gustó mucho, aunque ahora he venido mejor preparado». Fernando Sastre, miembro de la asociación valenciana de Astronomía, había elegido exactamente el lugar que quería, a la izquierda de la ventana y con una cámara montada sobre un trípode.
«En 2014 hice un montaje pero salió algo movido, por eso he traído el trípode». Junto a Eduardo Moreno, también miembro de la entidad, formó parte del grupo que confió en la bondad del viento para que despejara el cielo durante unos minutos, entre las diez y las diez y media de la mañana.
Jorge y Elvira son guías turísticos en Valencia, interesados más en la parte histórica del fenómeno. A su juicio, tiene posibilidades de promoción aunque una de las desventajas es que el recinto es muy pequeño, apenas para una veintena de personas repartidas junto a los gruesos muros del campanario, los más anchos del cap i casal.
Abajo sonaban los cánticos y los rumores de la celebración religiosa, donde unos minutos antes se había procedido a la entrada de la imagen de la Asunción. Pero arriba el silencio era casi absoluto, roto sólo por los murmullos y las preguntas en voz baja, como si así fuera más fácil que entrara el rayo de luz solar.
Dos voluntarios de la asociación de campaneros hacían de anfitriones con escuetas explicaciones sobre la historia del fenómeno. Antes y después se encargaron de tocar las campanas unos metros más arriba, en un acto cerrado al público por el accidente sufrido hace unos meses con la caída de una de las piezas, el Jaume. Desde entonces se trabaja en la restauración de varias.
En Valencia sólo se produce el mismo fenómeno en San Miguel de los Reyes, también con motivo de una celebración religiosa. El 29 de septiembre, día de San Miguel, a las 10.00 horas los rayos del sol entran por una ventana y marca el lugar donde está enterrada Germana de Foix y el duque de Calabria.
Pero el Micalet tiene más curiosidades. Los guías turísticos relatan que en el exterior del campanario, en la calle del mismo nombre, hay una oquedad en la piedra donde si se golpea con otra, en un gesto seco y decidido, entonces se escucha el sonido en la llamada casa del campanero, mucho más arriba.
No tiene la espiritualidad del rayo de sol, aunque es otra muestra del buen hacer de los maestros constructores de la época. La sala fue reformada hace unas décadas, por lo que los visitantes ya no pueden saber si había algún tipo de marca que señalara el acontecimiento. En todo caso, ayer el público disfrutó de lo lindo exclamando cada vez que asomaba el rayo entre las nubes.
MORENO, Paco
Las Provincias (16-08-2015)
© Las Provincias (2015) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 04-11-2024 |