|
Las campanas se han convertido en algo propio de un pueblo. Son conocidas por las "voces de Dios, pregoneras de alegría, de fiesta y también de duelo". Las campanas de La Romana fueron llegando a la torre de la iglesia, desde que fue bendecida solemnemente por el M. Ilmo. Sr. D. Francisco Iñesta, canónigo magistral de la Catedral de Orihuela, el día 21 de abril de 191 0. Son sencillas, pero cuando suenan transmiten alegría y aunque están casi olvidadas permanecen presentes en el día a día. Cada una tiene su historia particular, la primera campana que se instaló fue la pequeña, la de los cuartos, procedente de la iglesia antigua y solamente podemos decir de ella su año de fundición, 1867. La segunda fue la grande, la de las horas. Al ser inaugurada la iglesia, su vicario D. Andrés Bayle, que también fue su primer cura párroco desde 1-6-1917, mandó un escrito a la Fundición de Albaida (Valencia) solicitando la construcción de una campana de aproximadamente 12 arrobas, que fue bautizada con el nombre de "María Luisa", en el año 1913. Fue costeada con los donativos de los feligreses. La tercera fue la mediana, con su peculiar tañido alegre (según las referencias de nuestros antepasados), pero carecemos de sus datos, por haber desaparecido durante el año 1936, dejando un vacío en la torre y en el pueblo. Sería de elogiar que todos hiciéramos lo posible para reponer este triste vacío. De estas campanas, podemos recordar, muchos de nosotros aún, gracias a Dios, momentos emocionantes que hemos tenido al ofrecernos a repicar en las fiestas y procesiones. Era todo un ritual, subir al campanario, desenganchar los tirantes o cuerdas de los badajos que servían para los toques desde la base de la torre, desmontar los mazos de los cuartos y de las horas, luego agarrarse a la parte superior haciendo el contrapeso para que iniciara la primera vuelta y a continuación golpearla con una sola mano y con fuerza, siempre por la parte del yugo de madera, para que el volteo resultara alegre. Con el devenir de los tiempos, las campanas fueron evolucionando: la parte de la madera desapareció en agosto de 1967 y, con la electrificación posterior, el volteo se ha vuelto automático, desapareciendo una tradición histórica, y, según dicen los campaneros, desaparece también el voltear las campanas "en cuerpo y alma". Nuestras campanas están atentas a los acontecimientos que les rodean, aunque, en la actualidad, no todos son comunicados por sus bronces golpeados. Los volteos y toques tradicionales más significativos que han quedado casi ya olvidados, pueden ser los siguientes:
La otra ermita, en la Romaneta (antes Campo de Monóvar) edificada con anterioridad al año 1916. Su campana siempre ha permanecido en el mismo lugar y hasta la fecha no ha tenido alteración alguna. Deseo mencionar por último, " La Campanilla " que se toca agitándola con la mano y que tanto nos unía a la invitación de Dios a tener amor por los demás en la "Consagración de! Pan y del Vino" y en el instante de la "elevación de la Hostia " y a la "elevación del Cáliz". En la paz y tranquilidad de nuestro pueblo, nos agrada escuchar nuestras campanas desde lo alto del campanario libres y llenas de libertad, y que sean ellas nuevamente en este año de 2004, las que nos pregonen a los cuatro vientos, sonidos de paz, armonía y felicidad, para que nuestro querido pueblo, celebre con júbilo estas fiestas, en honor a los Patronos, los "Sagrados Corazones de Jesús y de María". Anexo: - Tema inspirado en todas aquellas personas que pertenecen al "Gremi de Campaners" de nuestra Comunidad Valenciana, que trabajan por recuperar el tocar las campanas e investigan los toques tradicionales y el origen de ellas. - Agradecer el asesoramiento realizado por mis amigos, que como yo, hemos sido del "Gremi de I'Escola EclesiAstic". |
JOVER MIRA, Ricardo
Programa de Festes de La Romana 2004
Portal Romanero
![]() |
||
© Portal Romanero (2004) © Campaners de la Catedral de València (2025) campaners@hotmail.com Actualización: 18-02-2025 |