El campanil asoma al fondo despojado de sus campanas. / Foto E. DEL RÍO
A la entrada del convento de Madre de Dios, las madres concepcionistas franciscanas, sus moradoras, informan a través de un cartel de que en la iglesia continúa celebrándose misa de doce, aunque ya no lo anuncien las campanas del templo. ¿El motivo? Las dos campanas modelo esquilón (con forma de copa de champán) que hasta ahora volteaban mirando a la calle de La Ribera, acaban de descolgarse de su modesto campanil para renovar su yugo y, así, tañer en condiciones en su futura ubicación, el nuevo convento que estas religiosas estrenarán en otoño próximo junto al Seminario Conciliar.
De acondicionar estos populares instrumentos se encargará la afamada empresa palentina 'Campanas Quintana'. Su delegado en La Rioja, José Luis Tomás San Román, explicó que los actuales yugos de hierro se sustituirán por otros de madera de bubinga o palisandro, y se incorporará un martillo inmóvil con manipulación electrónica, que sustituirá al volteo manual con el que hasta se hacían sonar las campanas. Ambas piezas tienen 55 y 67 centímetros de diámetro, cree recordar.
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