Decoración del presbiterio y de la entrada principal de la ermita. Debido a las humedades que había en el presbiterio, que habían desecho parte de la decoración de los años treinta, se repintó de nuevo, con tonos claros y luminosos. Se volvió a decorar la entrada principal, cambiando los colores grises anteriores por otros más claros y luminosos. Se modificó la instalación eléctrica de la ermita, adecuándola a los 220 V. |
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