Hace un par de días, viendo el albúm de la I marathón fotográfica de El Campello me encontré con una foto de una pequeña Ermita que no conocía. Era toda de piedra, pequeñita… La verdad es que me pareció preciosa.
Lo extraño es que siendo una Ermita del pueblo no tenía ni idea de donde estaba. Así que le pregunté a las chicas de la oficina de turismo. Me dijeron que esa Capilla está en la coveta fumá y que sólo está abierta los domingos para la misa de las 10:00h que hacen allí. Por cierto que hacen las lecturas en distintos idiomas ya que está en una zona de El Campello donde viven muchos residentes de origen extranjero.
Así que cómo ayer por la tarde no tenía muchas ganas de quedarme en casa, preparé unos bocadillitos, los zumos, la fruta, cogí las gorras, subí a los niños a la furgo y me dirigí a la zona de la coveta fumá a intentar localizar la Capilla.
Al principio no tenía ni idea de donde estaba, pero conforme iba conduciendo por el laberinto de callejuelas de la coveta de momento…¡¡¡¡Flash!!!
Recordé una imagen donde bajando de la furgoneta para ir a la playa de la coveta con los nenes (playa a la que por cierto solemos ir mucho porque es tranquila y no cubre, tiene chiringuito, socorrista… Pero eso otro día que se me va el santo al cielo). Pues eso, que bajando hacia la playa, recuerdo girar la cabeza y ver medio escondida una pequeña iglesia.
-“Ya sé donde está, Marco”
-“¿Si? ¿Cuánto falta?
He de reconocer que mi hijo es como yo. Si no sabe donde va se pone nervioso y pregunta cada cinco minutos ¿dónde vamos?, ¿por qué damos vueltas? o el temido ¿cuánto falta? A él, eso de dar una vuelta en coche no le va mucho. Y normalmente a mi tampoco. Jejeje
Total, que conduje hasta la playa de la coveta y, efectivamente, allí estaba . La Capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Bajamos del coche, saqué el carro, el bolso, la mochila, la niña… y nos pusimos a comernos la merienda en la placita frente a la capilla. Como ya os he dicho, es chiquitita y sencilla pero a mi me parece preciosa. Y si no, aquí tenéis las fotos para que podáis opinar vosotros mismos. La pena es que estaba cerrada, ya que también me hubiera gustado ver cómo es por dentro. Pero para eso habrá que escaparse algún domingo a la hora de los oficios.
Hicimos unas cuantas fotos (ya sabéis que soy de gatillo fácil) y nos acercamos a jugar a los columpios que hay en frente.
Por cierto: ¿Os habeis fijado en lo que hay detrás de la Virgen?…
Pues Sí. ¡Es una pelota de fútbol! Al principio creía que había puesto algún trofeo o algo así por devoción a la santa. Pero al ver las fotos me he dado cuenta que de trofeo nada, que es un balón que se les debe haber colgado a los niños. Y claro, a ver quien le dice al cura “Es que estábamos jugando al fútbol en la plaza y le hemos pegado un balonazo a la Virgen”. Seguro que los padres aún están buscando la pelota por casa.
Hay una plazoleta con dos grupos de columpios vallados y frente a ellos varios bares y pubs. Están junto a la zona de aparcamiento de la coveta, en la que caben solo unos pocos coches. Donde está el bar de la coveta de toda la vida (mis padres me han contado que íbamos allí cuando era pequeña…).
El parquecito me gustó porque están dejando muy arreglada la zona, aparentemente tiene poco peligro para los niños y encima puedes tomarte un café o una coca cola (la cuestión es tomar cafeína) en la terracita mientras juegan. Casi, casi te lo tomas bajo el tobogán.
De todas formas os dejo un planito de la zona indicando donde está.
Unas cuantas carreras, balanceos y tropezones después decidimos que ya era hora de ir para casa. Es lo que pasa con el verano, que son las ocho de la tarde y como está de día… Menos mal que ya iban cenados, así que en llegar a casa era ducha, leche y a dormir que hoy hay cole.
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© Con los niños en la mochila (2011) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-04-2024 |
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