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© Información (2018) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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Con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural, al ángelus del 21 de abril de este 2018, todas las campanas de Europa se echaran al vuelo, es decir, que de manera manual voltearán todas las campanas del viejo continente, y entre ellas, las callosinas de cada una de sus parroquias, ermitas y, por supuesto, del centenario campanario de la Arciprestal de San Martín Obispo.
El 22 de junio de 1696, la Junta Parroquial acordó levantar una torre campanario en la esquina de la Calle de la Corte, junto al Ayuntamiento, cuya primera piedra se puso el 17 de septiembre de ese mismo año, siendo párroco Mosén José Roldán Aznar. Gracias a Antonio Ballester Ruiz y su abnegado estudio de los documentos por él salvados del Archivo Parroquial en 1939, conocemos estos datos, así como el de las campanas más antiguas.
Las campanas fueron incorporándose al último cuerpo, el de campanas conforme avanzaba el siglo XVIII, la más antigua era la campana que daba a la calle del cura, datada en 1633, siendo fabriquero Luis Alio. Dicha campana se rajó en 1841, volviéndose a colocar el 3 de marzo de 1844. Dicha campana procedería de la antigua espadaña que tenía la iglesia hasta la construcción del campanario.
Otras campanas antiguas que siguen en nuestro campanario son la Jesús Cristo Rey de 1754 y la Santa Mariana de 1782, la primera procedente de la espadaña en la que se tocan los avisos de misa y anteriormente en el campanario para tocar los cuartos, sustituida desde 2009 por la de San Roque, y la segunda, la encargada de tocar las horas. Estas son las dos únicas que se salvaron en 1938, cuando fueron llevadas a fundir en la Guerra Civil.
La más famosa o conocida de nuestras campanas es la conocida como Martina, la San Martín, realizada en 1803, siendo cura ecónomo Francisco Rato Peláez, relator de los acontecimientos más relevantes de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Tras la Guerra Civil, y con motivo de la restauración de la Iglesia de San Martín, la Junta constituida para ello, especialmente el delegado para ello José Gilabert Roselló, encargó en 1946 presupuesto a las mejores casas de fundición y construcción de campanas, siendo elegida
finalmente la Fundición Hijos de Constantino Linares de Carabanchel Bajo, Madrid, como así reza en cada una de las campanas. El contrato fue firmado el 1de febrero de 1947 y su coste sería de 75.750 pesetas.
El 27 de abril de 1947, días antes de la celebración del magno II Congreso Eucarístico en Callosa de Segura, llegaron las cuatro campanas nuevas y que actualmente tenemos en el campanario. El lunes 28 de abril, a las siete de la tarde, fueron pesadas en la Plaza de la Iglesia antes de ser colocadas para comprobar su peso «por el romanero de esta población». Así, siendo alcalde Carlos Galiana Manresa y arcipreste José Pascual Marco Aguilar. El peso fue el siguiente: campana San Martín, 1.210 kilos, campana Inmaculada, 629 Kilos, campana Corazón de Jesús, 424 kilos y campana San José, 252 kilos. El acta fue firmada por el alcalde, el arcipreste, el vicario, el jefe local del movimiento, un abogado, el tesorero del Congreso Eucarístico, un miembro del Congreso, el secretario del Ayuntamiento y cuatro vecinos.
Las campanas se colocaron en los siguientes días, el 28 de abril, tras el peso, se colocó la San José, mirando al Paseo, siendo sus padrinos José María Bueno y esposa. El día 29 de abril, se colocaron la Inmaculada, mirando a la Plaza, apadrinada por Antonio Maciá Rives y esposa y la Corazón del Jesús, mirando a la calle La Corte o Casa Abadía, siendo sus padrinos Francisco Ribera Mora y esposa. Finalmente, el 30 de abril se colocó la Martina, siendo sus padrinos Máximo Miralles Rives y esposa. Fueron bendecidas antes de su colocación por el obispo de Orihuela José García Goldaraz y voltearon por primera vez en los días 2 y 3 de mayo durante el Congreso Eucarístico Diocesano.
En 2009, con motivo del VI Centenario de la Aparición de San Roque, la Cooperativa Eléctrica acometió la restauración de todas estas campanas sacramentales, incorporando un nuevo carillón para tocar melodías cada hora, generalmente los gozos de San Roque, realizando una nueva campana, la San Roque, que se colocó en la espadaña para realizar los toques de aviso a misa.
Sirva pues estas líneas como homenaje a nuestro campanario y sus campanas que a lo largo de la historia de Callosa de Segura, han anunciado momentos solemnes, de alegría y también de tristeza. Y, como no, en este día en el voltearán al unísono las campanas en toda Europa, mi recuerdo a quien aportó muchos de los datos aportados, Antonio Ballester y a José Manuel Fiastre, último campanero Mayor de San Martín y tutor de sus toques más significativos e característicos.
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