Cadenas y matracas - Autor: DÍAZ, Cristian
Alfredo Antonio Síntigo tiene 52 años, de los cuales 30 ha participado activamente durante la celebración de Semana Santa, como miembro de la Hermandad de Cristo Yacente, que anteriormente era conocida como la cofradía del Santo Entierro.
La cofradía pasó a llamarse desde hace 38 años Sociedad de Judea y desde hace nueve, se le conoce como la Hermandad de Cristo Yacente.
Alfredo es el encargado de sonar las matracas durante la procesión de Jesús Cautivo.
“La cadena se suena como señal que va Jesús cautivo, como aquel tiempo que lo llevaron preso con cadenas. El jueves por la tarde inicia el Triduo Pascual, donde inician los oficios en la iglesia que es el culmen y el centro de la Semana Santa. Entonces no hay sonido de campana; nosotros a través de las matracas anunciamos la cautividad”, expresó.
La matraca que porta fue donada hace cinco años y es la principal porque va orientando a las personas por donde pasa la procesión; aunque hay otras que llevan feligreses que también van sonando durante todo el recorrido.
Escuchar la matraca para la feligresía representa “un aviso de que la procesión ya va porque cuando la escuchan se ubican. Campanas ya no se escuchan porque entran los días de los padecimientos de Jesús, donde hay tortura. Dentro de todo eso ya no cabe una alegría porque la campana significa una alegría. Esas solo se suenan en las noches durante la Vigilia Pascual (el sábado) ”, explicó Síntigo, quien es mecánico de oficio.
El ahuachapaneco agregó que llevar la matraca y la cadena no es fácil porque el brazo se cansa cuando se ha recorrido una cuadra.
Aunque no tienen una fecha exacta, señaló que la cadena que utilizan es antigua porque ya la poseían cuando se llamaban Sociedad de Judea.
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