Después de dos décadas, las campanas de la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de Asunción, de Hermosillo, han vuelto a sonar.
Desde el 15 de agosto pasado, por iniciativa de Manuel Zurita las seis campanas han vuelto a llamar para la misa de 12:00 de los domingos.
"Forma parte de una formación espiritual, si uno sube a tocarlas nada más por tocarlas, no es eso, es una oración que se hace a Dios desde nosotros hacia el cielo y que llama a los fieles para que se congreguen a la oración y al agradecimiento", explicó Zurita.
La falta de mantenimiento al campanario y el desinterés de la población de acercarse a apoyar en esta labor a Catedral, explicó, hizo que por más de dos décadas permanecieran en abandono.
"Yo las recordaba de cuando era niño y en algún momento la gente añora que vuelvan a sonar, por eso es que me acerqué y decidí colaborar", comentó.
El campanero, de 45 años, desde los nueve años colabora en el templo del Santo Niño de Atoche, en la colonia Palo Verde, de donde es originario, y ahora junto a sus hijos de 9 y 11 años de edad, le ayudan a hacer sonar las campanas.
La más grande del juego de seis campanas que anuncian las misas dominicales pesa 2 mil 866 kilos y está compuesta de bronce con otros metales, precisó, le sigue otro par de una tonelada y media y las más pequeñas pesan entre los 120 y 130 kilogramos.
"Es la pasión del sonido que te gusta y te atrae y eso lo vas aprendiendo, el arte es escuchar y diferenciar el sonido, la campana es un instrumento musical que te da diversos sonidos de acuerdo a como tú la agarres", compartió.
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