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© "Campaners" nº 3 (1990) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 18-04-2024 |
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Aunque le toque de la campana se usa comúnmente en ritos litúrgicos, a nadie sorprende sin embargo ver en algunas estaciones de ferrocarril el citado toque asociado a la salida de algún tren de las mismas. Este ceremonial ferroviario no siempre se efectuó así.
Existieron en el ferrocarril varios usos de la campana, ya sea sobre la misma locomotora o en estaciones, pero en esta ocasión se tratará sólo el de las usadas en estas últimas y a las más próximas, geográficamente hablando, de la ciudad de València.
Ya en los albores del ferrocarril convencional, en 1825, hace 165 años, en la ciudad inglesa de Liverpool, los primeros trenes del mundo puestos a disposición del público contaban con una primitiva reglamentación que regulaba el movimiento de los trenes. Allí la persona encargada de ordenar la puesta en marcha de los convoyes agitaba frenéticamente una campanita de mano a la vez que andaba sobre el andén. Fue la primera utilización ferroviaria de una campana.
Se trataba ante todo de garantizar, mediante sonidos muy precisos e inconfundibles, la perfecta recepción por el maquinista, o conductor del tren en términos genéricos, de las órdenes procedentes del jefe de estación.
Este jefe, o el factor de circulación en su defecto, era y es la única autoridad reconocida en dicho recinto para ordenar la arrancada o parada de los trenes.
En el siglo pasado se tiene constancia del uso de la campanita de mano en la red de M. Z. A. /MADRID, a ZARAGOZA y ALICANTE), que tenía notorias influencias extranjeras. Los guardagujas de esta Compañía hacían sonar sus campanas de mano o de mango para indicar que el desvío se encontraba dispuesto, en la dirección del tren.
Pero la etapa más importante de la campana en las estaciones, es en la que ésta figura suspendida, en la fachada cara a la vía, del edificio de viajeros. Esto se produce todavía en el siglo XIX, y de ello se tienen bellos ejemplos, artísticos algunos, como la de la estación de Castelló de la Plana, que figura en la misma con su alegórico herraje, como único recuerdo de la antigua edificación.
Para el uso de la campana colgada habrá que hacer forzosamente referencia al Reglamento de Señales, en vigor en 1867 (Capítulo 1º Artículo 6º), donde aparecen fijados por primera vez con claridad los toques de la misma. Un toque indica que faltan quince minutos para la salida del tren, dos toques que faltan diez minutos y tres,la salida del mismo.
Aunque la Compañía del Norte todavía usaba en pocas zonas la de mano accionada a pie de máquina por un empleado de uniforme, su uso fue decayendo desde los años 30 de forma definitiva. Entre las ventajas del nuevo método anteriormente citado, se señalaba la posibilidad de preparación de los despachos de venta de billetes y de admisión de equipajes con tiempo suficiente a la partida del tren.
En la actualidad, tanto los ferrocarriles de la Red Nacional RENFE, como sobre todo los de vía estrecha, van dejando el uso de este instrumento musical ancestral. Por otra parte en las líneas férreas dotadas de ciertos tipos de señalización luminosa, y en todas las estaciones que disponen de megafonía, su utilización ya estaba prohibida.
En cualquiera de los casos, la campana de andén deberá utilizarse momentos antes de expedir el tren y como auxiliar medio de aviso y no como señal de marche el tren, como viene sucediendo en algunos ferrocarriles. Es por ello que a veces fuente de posibles confusiones, lo que motivará que este método de fuerte arraigo histórico, desaparezca para siempre..
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