A falta de que expertos en la materia inspeccionen los daños, todo apunta a que una grieta de unos 20 centímetros aparecida en la campana María de la iglesia de San Saturnino de Artajona, situada en El Cerco, impedirá su bandeo hasta, posiblemente, el mes de septiembre. Y es que si los peores presagios se cumplen, la única solución será construir una nueva, dejando la actual para exposición. Este proceso podría prolongarse alrededor de seis meses, por lo que la Asociación de Bandeadores local (integrada por 60 personas, 35 de ellas en activo) adelanta que hará todo lo que esté en sus manos para que la campana vuelva a estar operativa para las fiestas patronales del pueblo, celebradas en honor a la Virgen de Jerusalén, y que tendrán lugar del 7 a 15 de septiembre.
Desde la asociación reconocen estar “disgustados” porque las campanas se han bandeado “ininterrumpidamente” desde 1910, fecha en la que se refundió por última vez una de las dos campanas de gran tamaño, en este caso la Saturnina. La última refundición de la campana María, por su parte, data del año 1896. Situada a la izquierda del campanario mirando desde la calle, a la derecha si se observa desde el interior, pesa 1.000 kilogramos y es la encargada de llevar el son, de ahí que no tenga sentido bandear únicamente la Saturnina, dado que una acompaña a la otra.
La persona que se percató de la existencia de la grieta en la zona donde pega el badajo fue el presidente del grupo, Benito Linzoáin, quien al ir a tocar agonía (por defunción) observó los daños y dio la voz de alarma. “Se ha roto del propio uso. Ha llegado a su límite”, reconoce al respecto la bandeadora Estrella Iriarte. Tras reunirse de urgencia, los miembros de la asociación acordaron ponerse en contacto con los Hermanos Portilla, especialistas en la materia, para que se trasladen hasta Artajona (residen en Cantabria) y valoren los daños.
Se da la circunstancia de que estos mismos hermanos fueron los encargados de restaurar el año pasado los yugos de las dos campanas de menor tamaño de la iglesia: el Cimbilete, fundida en 1961 por Vidal Erice, y el Esquilón, de 1735, la más antigua del conjunto. Cabe destacar que la restauración, promovida por la Asociación de Bandeadores de Artajona, se sufragó con ayuda de la Fundación Caja Navarra (4.000 euros) y con aportaciones populares y particulares (2.000 euros). En este sentido el grupo de bandeadores hace un llamamiento a la ciudadanía para que colaboren en este nuevo proyecto.
Llegados a este punto es necesario subrayar que las campanas de Artajona se han hecho célebres porque se bandean al revés, de forma inversa al resto de municipios. Se tocan en varias fechas señaladas. La próxima iba a ser en San José, el 19 de marzo, pero no será posible.
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