El reloj de la Puerta del Sol, creación del cabreirés José Rodríguez Losada - Autor: PINTEREST
La Asociación el Eco de Cabrera hace un llamamiento a apoyar esta causa para que el ilustre cabreirés José Rodríguez Losada tenga un reconocimiento en la capital de España, a la que donó el reloj de la Puerta del Sol
Cada Nochevieja, el reloj de la Puerta del Sol de Madrid se convierte en el centro de las miradas de todo un país para celebrar la llegada de un nuevo año. Esta celebración se realiza en torno a las campanadas y al reloj que en su día construyó un cabreirés, de Iruela para más datos, y que sin embargo, nada en el lugar hace mención a este ilustre leonés que de forma altruista donó en 1866 el mencionado reloj al Ayuntamiento de Madrid.
Por ello, para que haya un reconocimiento en la capital del país al constructor de la puerta del sol, el leonés José Rodríguez Losada, la Asociación El Eco de Cabrera ha lanzado una petición de firmas a través de la plataforma change.org, que ya cuenta con más de dos centenares de apoyos. A través de ella, esta asociación solicita al Ayuntamiento madrileño una calle y una estatua que recuerde al relojero conocido por haber donado al Ayuntamiento de Madrid el Reloj de Gobernación que preside la Puerta del Sol de la capital de España.
La figura de José Rodríguez Losada es bien conocida entre los cabreireses, al igual que la fama que alcanzó y que el tesón que demostró este leonés durante toda su vida. Tras unos orígenes humildes, el de Iruela se especializó en los modelos de reloj denominados de sabonetas, que alcanzaron fama internacional y tuvo entre sus clientes a la reina de España Isabel II. También regaló uno de ellos al Almirante Méndez Núñez tras la batalla de El Callao y que actualmente se encuentra en el Museo Naval de Madrid. La bondad de Losada fue más allá de sus regalos y, en su taller de Londres, donde desarrolló su etapa como maestro relojero, aceptó la formación de relojeros españoles. También ejerció como relojero jefe del Observatorio de San Fernando.
Entre sus creaciones estuvieron muchos modelos de cronómetro marino, imprescindibles para el cálculo de la longitud geográfica durante la navegación, pero su más conocida creación y regalo fue el reloj de la Puerta del Sol. En 1863 José Rodríguez Losada, decidió reunirse con las autoridades municipales de la época y se ofreció a donar gratuitamente un nuevo reloj más preciso que substituyera al viejo e impreciso reloj de Gobernación. Tardó tres años en construirlo y finalmente, el 19 de noviembre de 1866, el nuevo reloj fue inaugurado por Isabel II con motivo de su cumpleaños. Precisamente este 2016, se cumple el 150 aniversario del reloj, por lo que esta asociación estima apropiado que «una escultura conmemorativa recuerde al constructor que donó el reloj a la ciudad».
La bola del reloj que descendía a mediodía hacía sonar un timbre, y dicho sonajero de mediodía se mantuvo hasta los años treinta. En 1928 se desprendió una de las pesas que traspasó el piso hasta llegar al despacho principal del Gobernador. El nuevo reloj ha funcionado a la perfección y con suficiente precisión hasta la actualidad, dando las campanadas cada fin de año. Cada año desde su colocación, unos 28 segundos antes de las doce de la noche del 31 de diciembre, la bola del reloj baja para anunciar que el año está a punto de terminar; luego suenan los cuatro cuartos y después las 12 campanadas. Cada campanada tiene una cadencia de tres segundos.
A pesar de la generosidad de Losada y de su buen hacer, ni una estatua ni una placa de una calle lleva el nombre del creador del reloj con el que los españoles terminan y comienzan el año. Por ello, la Asociación Cultural El Eco de Cabrera, que edita el periódico ElCabreires.com, solicita sumarse a esta recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Madrid designe una calle con el nombre de José Rodríguez Losada, que recuerde el nombre de este ilustre mecánico relojero.
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