Ay, esas campanas que han visto de todo. ¿Se acuerdan cuando las acusaron de interrumpir un mitin de Andrés Manuel López Obrador? Ese día había dos misas y dos mesías: unos dentro de la iglesia y los otros en la plancha del Zócalo.
La Catedral de la Ciudad de México siempre me ha parecido como un juguete olvidado debajo de la cama. Le roba protagonismo la Villa e incluso el Templo de San Hipólito, donde ahora se ha dado por adorar a san Judas Tadeo.
Pero no por eso deja la Catedral de ser imponente. En esta vista que nos regala hoy el Archivo Gustavo Casasola, la cúpula del templo parece una nave espacial, algo de otro tiempo, de otro lugar.
Tengo un suave recuerdo de ese techo. Un día que accedí de mal humor a acompañar a mi madre a Catedral en Semana Santa se nos ocurrió, para no aburrirnos, hacer el tour por el campanario del templo. Qué belleza: cada campana tiene su nombre, su historia. Lamento no recordar ahora más detalles, lo que sí recuerdo es que el guía nos contó que según la ocasión, el campanero daba distintos toques y sonaban todas las campanas, algo así como una sinfonía a tamborazos de metal.
Ay, esas campanas que han visto de todo. ¿Se acuerdan cuando las acusaron de interrumpir un mitin de Andrés Manuel López Obrador? Ese día había dos misas y dos mesías: unos dentro de la iglesia y los otros en la plancha del Zócalo.
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© El Economista (2016) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 26-04-2024 |
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