Bajada del bronce - Autor: MONLEÓN, Ana
La localidad palantina de Torás vivió ayer uno de sus momentos históricos con la bajada de la campana principal del campanario, Santa Quiteria, que va a ser trasladada hasta la población belga de Holsbeek para ser reparada tras haber sufrido en 2014 una grieta. Se trata de la campana principal del juego de dos bronces que presiden el campanario anexo al templo de Santa Quiteria. El ejemplar, que data de 1869, mide 86 centímetros de diámetro y pesa 368 kilogramos, sufrió una grieta cuando se realizó el volteo manual de las fiesta mayor del pueblo, la del Cristo, en septiembre de 2014. Una rotura que, tal como explicó ayer a InfoPalancia el alcalde, Carlos del Río, “hacía que sonase muy mal y tampoco era cuestión de, con el poco patrimonio con el que contamos, dejarla así”.
Es por ello que desde el propio Ayuntamiento se pusieron manos a la obra con el fin de recaudar fondos de cara a llevar a cabo la reparación de este bronce, que supondrá unos 10.000 euros de coste. Para ello, el consistorio está realizando loterías y recoge donativos con el fin de conseguir una cuantía económica importante, “aunque por el momento no tenemos recaudado todo”.
Sin embargo, apuntó el primer edil, “no nos preocupa especialmente porque Torás es un pueblo solidario y estoy seguro de que la gente, en cuanto vea que se han llevado la campana y que hay que hacer aportaciones, no dudará en colaborar como ya hizo cuando adecuamos hace cuatro años la iglesia con los donativos de todo el pueblo”.
El alcalde explicó que “lo que no podemos es pagarlo desde el Ayuntamiento e incluir una partida en el presupuesto para este fin, ya que puede ser que al no constar en nuestro registro como propiedad del consistorio, haya personas que no les parezca bien”. Del Río apuntó que el Ayuntamiento se habría puesto en contacto con el Obispado con el fin de saber la propiedad de la campana, aunque “han buscado en los archivos y tampoco aparece nada, por lo que decidimos hacerlo con aportaciones de la gente”.
La campana fue bajada a las once de la mañana con una grúa, lo que despertó bastante curiosidad entre los toraseros y escolares que acudieron hasta la plaza para presenciar el momento. Fue la empresa valenciana especializada en reparación y fabricación de campanas, Campanas Manclús, la encargada de bajar el bronce y trasladarlo hasta Bélgica donde, asegura el munícipe, “nos han dicho que estará por lo menos tres meses, ya que se trata de una reparación de soldar el bronce de una manera específica con el fin de no dañar la pieza, que suene como antes y con unas características especiales para que quede en perfectas cndiciones y no vuelva a romperse por la misma grieta”.
Junto con Santa Quiteria, la campana de San Juan, que data de 1906 y es mucho más pequeña, conforman los bronces del campanario de Torás, de planta cuadrada y realizado en mampostería y ladrillo con disposición en tres cuerpos decrecientes, según el inventario de Campanas de la Comunitat Valenciana recogido en la página oficial de campaneros de la Catedral de Valencia. “El primer cuerpo, levantado con mampuesto y ladrillo en los ángulos y las saeteras queda integrado en el alzado del templo. El segundo cuenta con cuatro ventanas para las campanas y en su cara exterior pilastras de orden toscano y cornisa. Remata el campanario una torreta cuadrangular con veleta.
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