Daniel Jesús, de Benavente, aprende un toque de campana - Autor: BERMÚDEZ, A.
En los próximos días comenzarán las clases de la Escuela de Campaneros de Zamora, un proyecto con el que las Asociación de Campaneros de la provincia pretende garantizar la supervivencia generacional de este antiguo oficio. A la espera de juntar el dinero necesario para la adquisición de un campanario móvil, las clases se impartirán en las torres de las iglesias de diferentes pueblos durante los fines de semana, alternando en función de la disponibilidad de la parroquia y las necesidades de los alumnos, ya que al tratarse de un grupo reducido se podrán adaptar las fechas y los horarios. De momento la escuela ya cuenta con una docena de jóvenes inscritos, procedentes de diferentes pueblos de Zamora y con edades comprendidas entre los tres y los 20 años.
Por ello, los más chicos utilizarán un pequeño campanario portátil con tres esquilas, donde pueden aprender los ritmos tradicionales de los pueblos antes de tener la fuerza suficiente para poder tirar de las grandes campanas que cuelgan de las iglesias. Y es que "cuando lo aprendes de pequeño es cuando de verdad coges afición", asegura el presidente de la asociación, Antonio Ballesteros, quien aprendió los toques con cuatro años de la mano de Jerónimo Pérez, en Pajares de la Lampreana. La estructura tiene forma de torre e incluso cuenta con un pequeño nido, como los que construyen las cigüeñas en todas las iglesias de la provincia.
Pero la aspiración de la Asociación de Campaneros de Zamora es conseguir un campanario portátil de tamaño real, con dos campanas de 60 y 54 kilogramos respectivamente y una estructura móvil que permite trasladarlas de pueblo en pueblo. Con ellas, las clases se podrían desarrollar en espacios más amplios que una torre, pero además la asociación lo utilizaría en las exhibiciones que habitualmente realiza en los pueblos de la provincia, "el espectáculo ganaría muchísimo interés porque la gente no solo oiría el toque, también podría ver cómo lo hacemos", explica el presidente del colectivo.
Las exhibiciones de los campaneros de Zamora son ya un activo habitual en los programas de las fiestas patronales de los pueblos de la provincia, este verano han tocado en 42 localidades. Por ello muchos ayuntamientos se han sumado al proyecto de la asociación y aportarán algo de dinero para costear el campanario portátil. También cuentan con el patrocinio de Caja Rural de Zamora, Licores Panizo y la Diputación provincial. El coste estimado de una estructura de ese tamaño es de entre 8.000 y 10.000 euros, pero el colectivo cree que podrá conseguirlo "a principios de 2016, si todo va bien", explica Ballesteros. El presidente de la asociación se muestra muy optimista sobre el futuro de este arte en Zamora, "cada vez interesa a más gente, nos llaman de más pueblos, y además cada vez hay más gente que quiere aprender, sobre todo jóvenes, pero también gente mayor", asegura. De hecho, aunque ya hay 12 alumnos, los interesados todavía se pueden apuntar poniéndose en campaneroszamoranos@hotmail.com.
Para la creación de la escuela, la asociación ha contado con el apoyo de la Asociación Cultural "Carpe Diem" de Villarrín de Campos, presidida por Fernando Miñambres, que además está editando un libro que recoge los diferentes toques tradicionales. No en vano, este es el pueblo con mayor tradición campanera de la provincia. Lleva 28 años celebrando un encuentro de campaneros cada verano, una actividad iniciada por Joaquín Alonso Martín.
ASOCIACIÓN DE CAMPANEROS DE ZAMORA Escuela de Campaneros de Zamora (vídeo) (10-10-2015)
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© La Opinión de Zamora (2015) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-04-2024 |
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