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© El Norte de Castilla (2013) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 01-05-2024 |
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Teresa Lapuerta, periodista de El Norte, pronuncia el pregón de las fiestas
«De todos los instrumentos inventados y perfeccionados por el ser humano, la campana es el que más significado tiene, entre otras muchas razones porque se asimila a la voz humana». La periodista de El Norte de Castilla Teresa Lapuerta rescató este sábado estas palabras del etnógrafo Joaquín Díaz para glosar la importancia que este instrumento tiene no solo en la vida cotidiana de miles de personas, sino, sobre todo, su relevante papel en las fiestas que durante este fin de semana se celebran en San Miguel del Arroyo en honor a la Virgen de Fuenlabradilla. Lapuerta fue la encargada de pronunciar el pregón que el sábado por la tarde sirvió de puente para las tradicionales celebraciones que vive el pueblo durante estos días, con el volteo de campanas y, una vez terminada la oferta floral, la verbena nocturna, en la que participan todos los vecinos y que este año contó con la intervención del trío Duende.
Lapuerta recordó que las campanas «que se utilizan en rituales religiosos de los más variados credos, están también asociadas a términos tan bellos e importantes como la paz y la libertad». Y, después de rememorar películas como 'Las campanas de Santa María', con Bing Crosby, o novelas como 'Por quién doblas las campanas', de Heingway, destacó locuciones que tienen este instrumento como protagonista. «Quienes trabajamos con el lenguaje como materia prima también tenemos un buen aliado en las campanas», aseguró Lapuerta. «Ahí están expresiones como 'echar las campanas al vuelo', para referirse a la alegre celebración de un acontecimiento, o la de 'oír campanas y no saber dónde', que usamos para burlarnos de alguien que no se entera de qué va la cosa», apuntó.
La periodista de información provincial de El Norte recordó que «para los antiguos vecinos de San Miguel, una de las peores desgracias que podía pasarle al pueblo era que algo malo le sucediese a una de sus campanas». Al parecer, es lo que ocurrió el 1 de diciembre de 1760, cuando una de las de la iglesia de San Miguel Arcángel cayó a la calle mientras estaba siendo tocada al vuelo. Relatan los libros de la época que a pesar de salir disparada del campanario, ni causó ni tampoco sufrió daño alguno. «Sin duda, vuestras campanas, que están por derecho propio y gracias a vuestra devoción en cualquier libro de historia de la campana que se precie, tienen un ángel de la guard'a», concluyó Lapuerta.
La fiesta continúa este domingo con la misa en honor a la Virgen de la Fuenalbradilla, con el cántico de la salve y el refresco para los vecinos.
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