El concierto de campanas en la plaza mayor con motivo del 400º aniversario de El Fadrí congregó a decenas de castellonenses, si bien la lluvia desanimó lo que se anunciaba como un acto multitudinario, al ser una de las iniciativas más destacadas del programa.
El espectáculo comenzó en torno a las 12 del mediodía y duró poco más de una hora. Norbert Hernández, conocido campaner de la ciudad de Valencia, fue el encargado de presentar el recital. Toc de festa de Campanar, Replic de Castelló, o Alternades i Apianades, fueron algunos de los toques que repicaron ayer en el Campanar de la Vila. SegÚn Hernández, a la hora de preparar el concierto se intentó "que siguiese una secuencia lógica y que resultase agradable para la gente, por lo que queríamos que fuera en crescendo".
Cuatro de los campaners que ayer subieron a lo alto de El Fadrí no superaban los 18 años de edad. "Desde pequeño, siempre me han llamado mucho la atención las campanas", aseguró uno de ellos.
Por su parte, el director de la puesta en escena, Francisco Llop i Bayo, aseguró que la lluvia "hace que el sonido de las campanas sea mejor pero dificulta la tarea del campaner". También manifestó su deseo de que la gente pueda subir más para poder observar cómo se toca este instrumento. "Es espectacular estar rodeado de mÚsica, y esto hay que compartirlo", concluyó.
Gente de todas las edades se reunió en la Plaza Mayor para disfrutar del recital. Entre las personas de mayor edad hubo comentarios sobre la importancia que tuvo El Fadrí en tiempos pasados. "AÚn me acuerdo de cómo repicaban las campanas para avisar la entrada de los nacionales en la ciudad", afirmó uno de ellos.
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