Ayer se colocó en el campanario de la parroquia tras haber sido reparada en las últimas semanas en Ezkio-Itsaso
Fue una operación rápida para la complejidad que entrañaba. Una vez preparada la grúa, se tardó en torno a 45 minutos en elevar desde el camión hasta la torre de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del Manzano la campana numero tres, que en las últimas semanas se ha estado reparando en un taller de Ezkio-Itsaso. De esta forma, el campanario está de nuevo completo tras este breve paréntesis de apenas un mes.
El proceso seguido ayer fue muy similar al del pasado 26 de septiembre para bajar la campana, que recordemos pesa en torno a 500 kilos y, por tanto, no es sencillo moverla. Así que se empleó una grúa de grandes dimensiones que trabajó desde la calle Fraxkueneko Murrua. Esta operación no se ve todos los días y fueron numerosos los curiosos que se acercaron a seguirla desde los alrededores de la parroquia.
La campana número tres era la más deteriorada de las cuatro de este campanario hasta el punto de que había sido inmovilizada antes de proceder a su arreglo, ya que tenía una fisura en el punto en el que golpea el badajo. Luis Romero se ha encargado de su reparación y, de hecho, fue el mismo el que la trasladó ayer desde Ezkio Itsaso hasta Hondarribia.
Romero, que se dedica en su taller principalmente a la forja, empezó a trabajar con campanas hace seis años, a raíz de un encargo que le llegó de Gabiria. Sobre la labor que ha realizado estas semanas, comentó que «al ser una campana refundida, es más complicada la soldadura. También ha sido bastante duro porque ha de estar muy caliente para arreglarla».
Esta actuación ha sido posible gracias a las aportaciones económicas de particulares y empresas, que se han volcado en los últimos meses con la campaña de micromecenazgo puesta en marcha por Arma Plaza Fundazioa. La responsable de esta entidad, Miren Ayerbe, aseguró que «estamos muy contentos porque no ha podido salir mejor».
Recordó que «el objetivo de esta iniciativa era reparar esta campana que requería de una actuación más urgente». Pero la respuesta ha sido tal, que es muy posible que se pueda intervenir en las otras tres. Y es que se han conseguido más de los 8.106 euros que se necesitaban. De hecho, la número cuatro se está arreglando en el propio campanario «y los trabajos podrían terminar la semana que viene. Y ello ha sido posible por la aportación de una empresa».
Los que no se ha conseguido son los casi 45.000 euros que se requerían para actuar en las cuatro campanas. La responsable de Arma Plaza Fundazioa expuso que «tenemos dinero para abordar parte de los trabajos de la uno y de la dos, y vamos a intentar que alguna otra empresa de la ciudad se involucre para poder repararlas completamente», una vez que ya se ha conseguido arreglar la tres y la cuatro.
Ayerbe anunció además que, «como agradecimiento a todos aquellos que han apoyado esta campaña con sus aportaciones», se está organizando en colaboración con los campaneros de la parroquia «un concierto de campanas con distintos toques y una visita guiada al campanario, en la que se ofrecerán explicaciones sobre cómo se hacen sonar».
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