150 kilos de peso
El suceso ocurrió ayer durante el volteo para llamar a la misa de las 19.30 horas
Una de las campanas de la parroquia Santa María Madre de la Iglesia de Barañáin se precipitó ayer desde tres metros de altura cuando volteaba para llamar a la misa de las 19.30 horas. La campana, de unos 150 kilos de peso, golpeó primero en la cornisa de la iglesia para después caer al suelo y partirse en pedazos.
El párroco, Juan María Iso Chavarren, explicó que él estaba "preparándose para la misa" cuando escuchó un ruido raro, así que paró el volteo de la campana y salió al exterior de la iglesia para "ver que había ocurrido". Allí la descubrió "rota en el suelo". Gracias a la ayuda de algunos feligreses "metió los pedazos en el interior de la iglesia". Las campanas de esta parroquia no están en la puerta principal de la avenida Comercial, por donde se entrar generalmente al templo, sino en un lateral de la avenida el Valle, donde hay dos puertas para la entrada en eventos especiales, que ayer estaban cerradas. Por suerte, a pesar de ser una calle transitada, el objeto no golpeó a ningún viandante. Tras el suceso, que "quedó en un buen susto", el párroco celebró misa con normalidad.
La causa del accidente pudo ser "un problema en la sujeción del aparato, aunque la estuvieron arreglando la semana pasada y parecía que estaba bien". Por ahora, han pensado en dejar que "recompongan los pedazos" dentro de "lo posible" aunque tampoco "tiene demasiado valor". Después, "se colocará de nuevo, pero no en el mismo lugar, sino en la parte trasera de la parroquia", concluyó el párroco.
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