El cura, Juan Luis Rodríguez, en la pasada romería - Autor: EL CORREO
La localidad granadina de La Puebla de Don Fadrique se ha convertido en un curioso campo de batalla en el que se enfrentan estos días el movimiento Ecologistas en Acción y el párroco del pueblo. Los activistas han denunciado al cura ante la Guardia Civil por supuesto uso ilegal de armas para disparar a las palomas desde el campanario de la iglesia. El sacerdote, Juan Luis García, lo niega: no que mate a las palomas, ojo, sino que utilice la escopeta para ello. «Las mato con las manos», asegura, y para rematar detalla: «las aprovecho para hacer caldo».
El párroco de este municipio de unos 2.600 habitantes explica que, dada la «invasión» de palomas que está causando importantes daños al patrimonio, se le ocurrió de forma «completamente inocente» reducir su población. Eso sí, primero se cercioró de que no son aves protegidas.
Para ello se subía de noche al campanario de la iglesia de Santa María -declarada Bien de Interés Cultural-, donde, dice, han llegado a concentrarse hasta 600 palomas, con la consecuente acumulación de excrementos, que son además «muy corrosivos». Allí las cogía a mano y las sacrificaba «de la forma en la que menos sufrieran». Luego las utilizaba para hacer «un caldo que resucita a un muerto». «En las ciudades es una temeridad comer palomas porque se alimentan de cualquier cosa, pero en esta zona no hay problema porque, al haber campo alrededor, comen maíz, trigo y guisantes».
Los ecologistas también critican que el párroco se acompañe de menores en estas 'cacerías'. Juan Luis García precisa: «Siempre vienen zagales conmigo, pero no son niños de ocho años. Desde que subimos a cazarlas, parece que las palomas no están tan tranquilas», apostilla.
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