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© La Verdad (2012) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 23-04-2024 |
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El cortejo cambia por segundo año consecutivo de itinerario y el Santísimo es portado a mano, en vez de en su carroza, por las secuelas de los terremotos
El cierre de la Colegiata impidió que la misa se celebrara en el templo, aún muy dañado
Las campanas de San Francisco, las únicas de los campanarios lorquinos que tocan en la ciudad desde los terremotos del pasado año, no cesaron de repicar en toda la tarde de ayer. Anunciaban la celebración de la procesión del Corpus Christi que, por segundo año consecutivo, tuvo que cambiar de templo y de itinerario por las secuelas de los seísmos.
El cierre de la Colegiata de San Patricio, en proceso de restauración, llevó a que la misa solemne se celebrara en la iglesia de San Francisco, sede religiosa de la Hermandad de Labradores, Paso Azul. El cortejo, en el que se dieron cita todos los pequeños que este año han celebrado su Primera Comunión, partió desde ese templo y transcurrió por la calle Corredera, Juan de Toledo y Santo Domingo. En el recorrido se instalaron varios altares, bendecidos al paso de la Custodia del siglo XVIII con el Santísimo, que tuvo que ser nuevamente portada a mano ante las dificultades de que pudiera ir en su carroza, un templete de estilo neoclásico que el año pasado tampoco pudo procesionar.
La procesión estuvo presidida por el vicario episcopal, Francisco Fructuoso Andrés, al que acompañaban la mayor parte de los párrocos de las iglesias lorquinas, además del arcipreste de Lorca, Régulo Cayuela Lozano. El itinerario de la procesión fue cubierto por una alfombra de tomillo, romero, lavanda y adelfas, que aromatizaron el ambiente de la vieja ciudad, en la que todavía son bien visibles los daños ocasionados por el terremoto. En el trayecto final del cortejo, a pocos metros del conjunto monumental de Santo Domingo, sede religiosa del Paso Blanco, se podían ver solares vacíos y edificios de los que solo quedan en pie las fachadas, sostenidas por complicados andamios. La Capilla del Rosario es otro de los monumentos pendientes de recuperación, por lo que la bendición del Santísimo se llevó a cabo en la antigua iglesia de Santo Domingo, donde se llevan a cabo desde hace meses las celebraciones eucarísticas que tienen que ver con la iglesia de Santiago, que se derrumbó durante el segundo terremoto.
En la procesión no faltaron los estandartes de todas las cofradías de Semana Santa, Paso Azul, Paso Blanco, Paso Encarnado, Paso Morado, Paso Negro y Archicofradía de Jesús Resucitado. También el de la Patrona, la Virgen de las Huertas, participó.
Este año tampoco se ha podido llevar a cabo el anuncio de la procesión del Corpus Christi con normalidad, ya que faltaba la presencia de campanas en la Plaza de España. La torre campanario de la Colegiata de San Patricio sigue muda. Los técnicos desaconsejan que se produzcan repiques por miedo a que se dañe más el monumento y los inmuebles más inmediatos, aún por restaurar. Estuvieron los clarineros y los ministriles que anunciaron desde el balcón principal del Ayuntamiento y desde las Salas Capitulares de la Colegiata, pero no hubo contestación de campanas. La convocatoria, que se remonta al siglo XVIII, resultó un tanto atípica.
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