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© La Prensa Gráfica (2012) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 20-04-2024 |
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El robo de una campana en el barrio San Jacinto ha indignado a una comunidad lacrada por delincuentes.
Como todos los sábados por la madrugada, un grupo de feligreses quedó en reunirse frente a la fachada de la iglesia El Calvario. El blanquísimo templo corona la parte más alta del barrio capitalino de San Jacinto. “Cuando quisimos repicar las campanas para llamar a los niños para su catequesis, nos dimos cuenta de que el nicho de la campana estaba solo. ¡Se la habían robado!” Lo cuenta Marta Ester Cruz, una señora pelirroja que declaró vivir cerca y ser miembro de la iglesia.
Otros vecinos aseguraron que “el sacrilegio” era cosa de esperarse.
“Frente al templo vivimos varias familias. Y ni así respetan. Ya nos aburrimos de estar llamando a la policía para denunciar a cuatro hombres que andan en patineta y que se roban contadores, chorros, tapas de tragantes... ya habían intentado robarse la campana en dos ocasiones. La última fue hace un mes”, aseguró Juan José Delgado, encargado ante la alcaldía capitalina de ese sector de casas chiquitas y coloridas, llamado Sector 5.
Según Juan José, la campana tenía un valor de aproximadamente $600. Cree que la robaron para venderla a alguna fundidora. De momento, aseguró que buscarán fondos para poner alambre de púa con electricidad alrededor del templo.
“Alambrar el templo parece exagerado, pero es que los delincuentes no respetan nada, hasta quebraron el techo quizá para llevarse el equipo de sonido. El (cercano) cerro de San Jacinto les sirve para moverse clandestinamente”, indicó Juan José.
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