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© El Heraldo (2011) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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El arrabal cartagenero se volvió a caldear en el barrio de Getsemaní a las 11:00 de la mañana, del día 11, del año 11. Liderados por la familia Piñeres y del matancero cubano, Pedro Romero, los cartageneros revivieron ayer los hechos históricos del 11 de noviembre de 1811 para celebrar los 200 años de la emancipación.
Pese a una lluvia suave, pero constante, los getsemanicense se reunieron en La Plaza del Pozo de Getsemaní y junto con la alcaldesa Judith Pinedo Flórez, entonaron el himno de Cartagena y cantaron la tradicional salsa El Getsemanicense, que habla de la independencia de la ciudad, de su gente y sus costumbres.
“En el año del Bicentenario, no podría ser otro himno mejor para nuestras fiestas que El Getsemanicense”, dijo Pinedo Flórez al presentar a los descendientes de la familia Piñeres, la misma, que con Pedro Romero, y los lanceros, salió desde la Plaza del Pozo hacia la Plaza de la Proclamación a exigir la independencia absoluta de España a la junta de gobierno de la época.
Pinedo Flórez hizo la lectura del Bando de la Independencia en el lugar y agradeció a los cartageneros por vivir la fiesta en sana convivencia. Ella estuvo acompañada por la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba.
Ahí, en la Plaza del Pozo, ayer los cartageneros rindieron un homenaje a la familia Piñeres, que vestida de blanco, e invitada por la Alcaldesa, agradeció al pueblo el reconocimiento que se les hizo por su importante participación en la causa independentista.
“Gracias a Cartagena por resarcir el nombre de la familia Piñeres, que pese a ser la impulsora de la gesta independentista, no tienen ningún monumento en la ciudad, pues los que están en el Camellón de Los Mártires, todo el mundo sabe que firmaron el acta de independencia, pero por la presión del pueblo, y no porque la quisieran”, comentó Enrique Piñeres.
Luego del sentido homenaje a los Piñeres, los jóvenes del barrio, quienes trabajaron todo el año craneando la coreografía de la comparsa que representa a los Lanceros de Getsemaní, gritaron en coro, con fuerza y pasión, “Arrabal, arrabal, arrabal”, para comenzar el mismo recorrido que hiciera los cartageneros de la época para lograr la independencia absoluta de España.
Durante el recorrido por las calles de Getsemaní, el Camellón de Los Mártires, la Torre del Reloj, la Plaza de Los Coches y la Plaza de La Proclamación, los niños y adolescentes bailaron con sus lanzas de madera y del color de la bandera cuadrilonga de Cartagena, acompañados de una leve lluvia.
Al llegar a la Plaza de La Proclamación, el joven César González, quien reencarnó a líder de la revuelta Pedro Romero en una pequeña obra de teatro de 20 minutos en la cual los habitantes de Getsemaní le contaron a curiosos y visitantes, cómo fue que se gestó la independencia frente a Palacio de Gobierno, hoy sede de la Gobernación de Bolívar.
“Estoy muy orgulloso de ser cartagenero y de representar a un personaje tan importante en la historia de la ciudad y del país como lo es Pedro Romero, un artesano y herrero que lideró a todo el pueblo para que marchara hacia la liberación absoluta”, comentó González, artista y maestro en artes escénicas.
Desfile de Independencia. En la tarde, 180 grupos folclóricos, actores festivos y disfraces, recorrieron la avenida Santander para conmemorar la fecha del Bicentenario.
Entre las novedades del desfile, estuvo la comparsa de los mototaxistas y los trajes coloridos, creativos de todos los grupos folclóricos que participaron con alta de calidad artística. El pueblo también apreció a las 27 candidatas al Reinado de la Independencia, quienes lucieron cuerpos sanos y se gozaron el recorrido pese al intenso sol que las acompañó. El remate de Bando se desarrolló en la Plaza de La Paz, con shows folclóricos y musicales.
Temprano en la mañana, antes de que hiciera la lectura del bando y la Alcaldesa, vestida con un traje ajustado al cuerpo en corte de sirena con los colores de la bandera cartagenera y diseñado por María del Pilar Agamez, tocó las campanas originales del siglo XVII, que estuvieron montadas en el campanario de la Iglesia de la Tercera Orden de Getsemaní en 1756 y que ahora se encuentran reubicadas en el Museo Naval del Caribe. “Estas campanas fueron las mismas que fueron tocada el 11 de noviembre de 1811 para invitar al pueblo cartagenero a unirse al movimiento que proclamó la independencia absoluta de la ciudad”, comentó Pinedo Flórez.
Ahora, estas campanas, ubicadas en el patio central del Museo Naval, pueden ser tocadas por los visitantes, quienes antes de hacerlo, según la nueva tradición, deben pedir un deseo antes de dar el campanazo.
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