Los ladrones la tiraron desde el campanario de la iglesia de San Juan Bautista y se la llevaron rodando por el cementerio
El repicar de las campanas ya no se escucha en Oiardo. La iglesia de San Juan Bautista de esta pequeña localidad ubicada en el municipio de Urkabustaiz fue asaltada por unos ladrones que se la llevaron en la noche del pasado 22 de octubre. «Rompieron la cadena y el candado de la cancela de la entrada, la debieron cortar con una sierra, y después subieron a la torre», relata a EL CORREO Antonio Aranzadi, párroco del templo. Tras soltar esta pesada pieza de bronce, «la tiraron desde el campanario y se la llevaron rodando», añade Patxi Orbezua, alcalde de este pacífico pueblo. «Han destrozado parte del tejado por donde cayó la campana. Por fortuna, no causaron desperfectos en el cementerio».
A pesar de que los intrusos no robaron nada más de este templo del siglo XIII, «han roto entre 3 y 4 metros cuadrados de tejas». El suceso ya ha sido denunciado ante la Ertzaintza por parte del alcalde. Una patrulla se desplazó hasta la iglesia para comprobar cómo sustrajeron la campana desde la torre y el rastro de destrozos provocados.
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