En la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de El Burgo de Osma hay tres conjuntos de campanas: una campana de señales, diez litúrgicas y otras cuatro del reloj.
La campana de señales estaba en la cubierta de la torre y servía para tocar al coro y avisar a los campaneros. Las diez campanas en la sala de campanas (en realidad seis campanas y cuatro campanillos) y las campanas del reloj repartidas en dos lugares diferentes: en la linterna de la torre y en el interior del templo, para tocar los cuartos y las horas.
Sabemos los nombres de las campanas por diversas entrevistas a los hijos del último campanero de la Catedral, que hablan del campanillo de coro, de la Campana de San Pedro, de la Campana de San Juan, de la de Ánimas, de la Concepción, de la Picotera y de la del Entablao. También hay cuatro campanillos, dos mayores y dos menores, que formaban parte sobre todo del toque de difuntos. Esta información es valiosísima, porque nos enlaza con la tradición secular de nombrar las campanas con diversos motes, por su uso, por su ubicación o incluso por un nombre que no coincide con el de la advocación de la propia campana. El último de los campaneros indica que ese nombre era “nuestro” es decir de la propia familia, para reconocer las campanas y saber cuáles había que tocar. Posiblemente el nombre más singular sea el de “Picotera” que según el Diccionario de la Real Academia Española es un adjetivo coloquial, que procede de “picotear”, hablar, y que significa “que habla mucho y sin substancia ni razón, o dice lo que debía callar”. El mote le viene porque, posiblemente, junto a su compañera “la del Entablao” (o “la del tablado”, de significado próximo) eran las que tocaban a todas horas, para los toques de difuntos y para los repiques diarios y domingueros, es decir que hablaban a todas horas. Incluso, en cierto modo, la otra campana también tiene un significado de comunicación: no en vano en el mismo diccionario “sacar algo al tablado” es publicar, hacer patente. En suma, los nombres de estas dos campanas, las más antiguas de la sala, indicaban de un modo u otro, la característica de comunicación, de transmisión, de parloteo, indicando incluso cosas que se deberían callar, como las señales de difuntos.
Estas campanas están dotadas de ocho yugos de madera de una belleza singular y que constituyen los más decorados y hermosos de todos los encontrados en las Catedrales en España. Las dos campanas mayores, de forma romana, y espectacularmente grandes, debieron voltear, en contadas ocasiones, pues las ventanas han sido rebajadas para permitir el paso del yugo, extremadamente decorado, aunque los últimos campaneros, ahora nonagenarios, no llegaron a conocer ese toque. Ambas fueron fundidas por Ramón MENEZO y sus hermanos en 1908, pero los yugos son mucho más antiguos, y ya por sí solos merecen ser incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles por sus extraordinarios valores patrimoniales.
No es improbable que las dos campanas siguientes en tamaño, San Juan y la de las Ánimas, fueran también campanas romanas. En muchas referencias se cita la campana de San Juan, refundida en 1966 y con forma de campana moderna, como la segunda de tamaño de la torre, lugar ahora ocupado por la campana de la Inmaculada. Suponemos que la campana de San Juan anterior tendría un peso parecido a la actual, o algo mayor (por las mermas de fundición) con lo cual sería una campana romana, parecida o seguramente mayor que la actual Inmaculada.
Otro tanto ocurrió con la antigua campana de las Ánimas de forma romana, que en realidad estaba dedicada a la patrona Virgen del Espino. Al ser refundida, se convirtió en una campana de perfil industrial, perdiendo toda referencia de la campana anterior.
Esas campanas refundidas tienen una inscripción mínima, sobre todo en el caso de la menor de esas dos, que solamente indica el año y la marca de fábrica. Ésta fue hecha por QUINTANA en 1981 y la otra por PEREA en 1966; ninguna pasará como monumento a la historia. Las dos menores de volteo son espectaculares, tanto por conservar su yugo original completo como por su antigüedad e interés; una es del XVI y otra del XVII; la primera en mayúscula gótica, la segunda en bellísima capital humanística. De los campanillos, instalados sobre una viga de fundición que es, ella misma, patrimonio industrial, tres están dedicados a la Sagrada Familia (Jesús, María y José) y otra a "Santa Marya". Uno es del XVII (1700) otro del XVIII (1763) y los otros dos del XIX.
Las campanas del reloj plantean varios problemas. Las dos ubicadas en la nave de la Catedral son antiguas pero son inaccesibles sin medios extraordinarios, algo poco habitual en las catedrales (ya que este tipo de campanas suele tener una ventanita o balconcillo para ajustar sus mazos de vez en cuando, puesto que regulan el comienzo de algunos actos litúrgicos). La de los cuartos de la linterna es de 1691, mientras que la de las horas, que a primera vista parecía hermana de aquella otra de epigrafía gótica de 1539 de la sala de campanas, puede que sea una imitación de una anterior, manteniendo solo en parte sus inscripciones. Será preciso volver a estudiarla para valorarla mejor. Se dice que tras la restauración de la torre es posible acceder por fuera de la cúpula hasta esas campanas del reloj, como en otras catedrales de Castilla y León.
A lo largo de los últimos 120 años, fue la familia OTÍN la encargada de tocar las campanas de la Catedral. Primero fue campanero Pío OTÍN, luego su hijo Jerónimo OTÍN, y luego sus hijos, hasta la electrificación.
Eran nueve hermanos y todos subían a tocar las campanas para los grandes acontecimientos, tanto festivos como de difuntos. El padre coordinaba los toques desde la plaza, especialmente la salida de procesiones. También coordinaba la salida de los entierros capitulares, observando muy especialmente que los campanillos no dieran la vuelta, sino que tocasen a medio volteo, lo cual era cosa “muy sagrada”. A veces la abuela de los niños iba al maestro a pedirle que los dejara salir para tocar un entierro y luego volvían a clase.
Ricardo OTÍN (1920) recuerda el esfuerzo que suponía para los niños subir cada día a dar cuerda al reloj o incluso tocar. Pero como era un niño muy atrevido puso su nombre por las partes más difíciles de acceder, como una gatera que había al final de una viga, desde donde se salía a la media bola de arriba. Llegó una vez por el cable del pararrayos hasta la bola de la veleta. Incluso una o dos veces se agarró a la Picotera abrazado y dio varias vueltas. Al arrancar la campana se abrazaba a ella y luego por su propio peso subía y bajaba hasta que se paraba la campana sola. Es la misma técnica que aún hoy emplean en diversos lugares de agarrarse y girar con la campana, como Castielfabib en la Comunitat Valenciana.
A lo largo de la jornada había diversos toques:
De siete y media a ocho y media – Toque de prima, con la campana de San Pedro. Posiblemente este toque evolucionó con el tiempo, quedándose en tres o cuatro golpes de la campana como oración de la mañana e inicio de la jornada. Es probable que, en la sociedad tradicional, sin relojes ni despertadores, este largo toque matinal, aparte de llamar a coro, sirviese de despertador comunitario.
Coro y misa – Con el campanillo de coro. Probablemente el toque tenía una primera parte con un repique de las dos campanas diarias (Picotera y del Entablao), una segunda parte con badajazos lentos de la campana de San Pedro y una parte final hasta el inicio del coro con el campanillo del coro. El toque de coro tendría al menos cuatro variantes: diario (con las dos campanas) de domingos (quizás con el volteo de la menor); de segunda clase (que ahora llamamos Fiestas) con un repique de las cuatro campanas, y el volteo de otra, quizás la segunda de tamaño, de menor a mayor; de primera clase (Solemnidad ahora) con el repique de las seis campanas, incluyendo las dos mayores, y quizás el volteo de dos campanas. El de primera clase mayor, que también llamaban de primera con octava, podría incluir el repique también de los cuatro campanillos de la torre, e incluso, en casos extraordinarios, el volteo de las cuatro campanas del medio, con el repique de las dos mayores. Sin embargo es sabido que el volteo gustaba menos que el repique de las campanas: lo más habitual era que cada campanero tocase dos, una en cada mano, de modo que con el contrapunto de la campana de San Pedro, la mayor, se iniciase un repique general, aparentemente desordenado, pero coordinado precisamente por el campanero que tocaba la campana mayor. En cualquier caso la distinción entre volteo y repique era muy precisa: una campana que voltea da dos golpes y un silencio (más o menos un toque ternario: depende también de lo contrapesada que esté la campana y de lo rápido que gire) mientras que una campana que repica no imita jamás el volteo, sino que dialoga a la vez con la otra campana que suena el mismo campanero y al mismo tiempo con las demás campanas de la sala. En un repique podían voltear de una a cuatro campanas (difícilmente tantas) incluso en actos muy extraordinarios también los campanillos, pero las campanas que estaban fijas no imitaban jamás el volteo, sino que lo acompañaban con el ritmo del repique.
Alzar a ver a Dios, Alzar a Dios – Con la campana de San Pedro. Probablemente dos tandas de dos o tres golpes lentos.
Mediodía – Probablemente tres golpes lentos. Seguramente, las vísperas de fiestas, e incluso algunos días de fiesta, se volvía a repetir el repique de más o menos campanas según la festividad. No es improbable, por ejemplo, que en tiempos antiguos, anteriores a las dos últimas generaciones de OTÍN (quizás el abuelo Pío) el sábado a mediodía (y también el sábado después de la oración de la tarde) se hiciese en breve el repique de los domingos, es decir las dos campanas alternadas durante unos segundos. Por supuesto, en otras festividades se aumentaba el número de campanas.
Coro de la tarde. Parece que solamente tocaba la campana de San Pedro unos golpes y luego el campanillo de coro hasta comenzar el acto.
Oración de la tarde, al ponerse el sol, Nuevamente unos golpes, seguramente tres, aunque podrían ser tres tandas de tres. Se tocaba a las siete en invierno y a las ocho en verano.
Ánimas (8 en invierno, 9 en verano). Simplemente moviendo a medio volteo la campana de las Ánimas, hasta que la campana llegase más o menos a media altura, y dejarla que parase por si sola. (Invierno desde la cruz de mayo – 3 de mayo – hasta la cruz de septiembre – 14 de septiembre – inclusive.)
En el XVII había señal de fin de coro, con siete campanadas, tanto de mañana como de tarde. Este toque de final de coro es relativamente habitual en las catedrales.
Toque de los domingos. Se tocaban a repique las campanas del Entablao y la Picotera.
Toque de segunda clase. Se tocaban a repique las campanas de las Ánimas y de la Concepción.
Toque de primera clase. Se tocaban a repique las campanas de San Pedro y San Juan.
Repique general. Las seis campanas sólo se tocaban juntas en fiestas grandes, como Santiago, Pascua y las fiestas locales, especialmente cuando asistía el Obispo, con repique a la llegada, para la misa y para la bendición papal. Se tocaban las seis campanas de la sala, cada uno con dos sogas una en cada mano.
Repique general extraordinario. Solamente en el caso que la familia OTÍN al completo subiese para casos realmente extraordinarios se tocaban además de las seis campanas, los campanillos por otros dos campaneros, cada uno con una soga en cada mano. Por lo general no se volteaban las campanas, porque a la gente le gustaba más el repique que el volteo. Si volteaba alguna, no era nunca las cuatro a la vez (las cuatro medianas que podían voltear) sino una o dos, sobre todo la de San Juan que ya tenía hierro en vez de madera y la del Entablao y la Picotera.
Los toques de difuntos se llamaban “de clamor” y eran diferentes para sacerdotes, personas adultas o para niños.
Para sacerdotes de la catedral, se tocaban los cuatro campanillos a medio volteo, sin que dieran nunca la vuelta. También se tocaban los cuatro campanillos para Todos los Difuntos. Entonces hacía falta al menos tres campaneros: uno para los pares, y otros dos con dos campanillos cada uno. El toque de la noche de difuntos impresionaba mucho, pero era también muy duro por el viento y el frío que hacía.
Para hombres se tocaban los clamores con tres pares de las dos campanas más habituales: la Picotera y la del Entablao. Y luego tocando la una y la otra.
Para mujeres dos pares.
Si eran niños o niñas lo mismo, pero con dos campanillos.
Miserere para Cuaresma y Semana Santa. Aviso del Vía Crucis, tocando la del Entablao a media vuelta.
Toques desde el pie de la torre
Había cuatro cuerdas para tocar desde el pie de la torre, sin tener que subir: una para la campana de San Pedro, otra para la del Entablao y otra para la Picotera. Estas tres tenían las cuerdas unidas al badajo, mientras que la cuarta cuerda iba unida a la palanca de la Campana de las Ánimas, que se podía tocar cada noche a medio volteo, para el toque de ánimas, sin tener que subir.
El reloj estuvo funcionando siempre, pero había que darle cuerda al menos una vez al día, y mejor dos veces. Tocaba las horas y los cuartos, tanto dentro de la catedral como en lo más alto de la torre. Por el tipo de mecanismo, no tenía repetición, y probablemente tampoco tenía una esfera, sino que solamente tocaba.
El reloj estaba desmontado y con las piezas amontonadas a pie de torre en 2005. En 2010 ha sido montado de manera incorrecta, sin que sea posible su funcionamiento.
Según información de la empresa instaladora, la programación de las campanas es la siguiente:
Programación de toques en central Apollo II Serial Catedral Burgo de Osma (Soria)
No se indica, sin embargo, con cuales campanas se tocan los cuartos y las horas, y tampoco los diversos horarios:
Los toques propuestos no son tradicionales y parecen excesivamente largos. Destaca sobre todo el volteo (¡durante media hora!) de los campanillos para los toques de difuntos, toque que se opone radicalmente a los clamores de los últimos campaneros, que jamás tocaban las pequeñas a volteo para difuntos.
De acuerdo con toda la información recogida hasta el momento, pensando en las necesidades actuales de la Catedral, y pensando en la culminación del proyecto de restauración de la torre, proponemos a continuación una serie de toques, entroncados con la tradición y adaptados al presente. De todas maneras, sin perder de vista las tradiciones y las necesidades actuales, tanto de la Catedral, como de la Ciudad, los toques deben basarse en la moderación, y por tanto en la duración limitada de los mismos, tanto para apreciarlos como para no despertar sentimientos negativos a los oyentes por los excesos.
Para esa programación deben tenerse en cuenta diversos aspectos.
En consecuencia deben programarse los siguientes toques:
Somos partidarios, en la medida de lo posible, de programar el año litúrgico en el ordenador de las campanas, de modo que se interpreten automáticamente los toques que indican las principales solemnidades y fiestas del año. Esta automatización, que antaño correspondía a los campaneros de acuerdo con las instrucciones capitulares, marca una referencia también para la ciudad, que reconoce, y espera, los toques más singulares a lo largo del año. Posiblemente, el mayor abuso que se pueda cometer con las campanas, ahora que es posible incluso programar por teléfono la interpretación de los toques, es el exceso de toques, que en vez de marcar los hitos del año litúrgico, sirven para confusión e incluso fastidio.
Proponemos la siguiente programación:
Toque | Días | Horario | Toque |
---|---|---|---|
Oración mañana | Todos | 08:01 | Oración |
Oración mediodía | Todos | 12:01 | Oración |
Oración tarde | Todos | 20:01 | Oración |
Animas | Todos | 21:01 | Animas |
Misa diaria | Diario | 10 minutos antes misa | Toque diario |
Otra misa diaria | Diario | 10 minutos antes misa | Otras misas diarias |
Oración sábados | Sábado | 12:01 | Repique sábados |
Misa domingos | Domingo | 10 minutos antes misa | Toque domingos |
Otra misa domingos | Domingo | 10 minutos antes misa | Otras misas domingos |
Santa María | 1 de enero |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad |
Víspera de Reyes | 5 de enero | 12:01 | Solemnidad |
Reyes | 6 de enero |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad |
Víspera de San José | 18 de marzo | 12:01 | Fiesta |
San José | 19 de marzo |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Domingo Ramos |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa Durante la bendición |
Fiesta | |
Jueves Santo |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa Durante el Gloria |
Solemnidad | |
Sábado Santo | Durante el Gloria | Solemnidad | |
Domingo Pascua |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad mayor | |
Víspera Beatificación Obispo Palafox | 30 de abril de 2011 | 12:01 | Solemnidad mayor |
Beatificación Obispo Palafox | 1 de mayo de 2011 |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa Durante la Beatificación |
Solemnidad mayor |
Víspera de la Cruz | 2 de mayo | 12:01 | Fiesta |
Cruz de Mayo | 3 de mayo |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Víspera de San Isidro | 14 de mayo | 12:01 | Fiesta |
San Isidro Labrador | 15 de mayo |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Ascensión |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad | |
Pentecostés |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad | |
Trinidad |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad | |
Víspera de Corpus Christi | 12:01 | Solemnidad mayor | |
Corpus Christi |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa Para la procesión |
Solemnidad mayor | |
Víspera de San Pedro y San Pablo | 28 de junio | 12:01 | Fiesta |
Santos Pedro y Pablo | 29 de junio |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Víspera de la Virgen del Carmen | 15 de julio | 12:01 | Fiesta |
Virgen del Carmen | 16 de julio |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Víspera de Santa Cristina | 23 de julio |
12:01 10 minutos antes vísperas |
Solemnidad |
Santa Cristina | 24 de julio |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa 12:01 |
Solemnidad |
Santiago | 25 de julio |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad |
Víspera de San Pedro | 1 de agosto | 12:01 | Solemnidad mayor |
San Pedro de Osma | 2 de agosto |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad mayor |
Víspera de la Virgen del Espino | 14 de agosto |
12:01 13:01 Inicio fiestas 10 minutos antes vísperas |
Solemnidad mayor |
La Asunción, titular de la Catedral | 15 de agosto |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa 12:01 |
Solemnidad mayor |
San Roque | 16 de agosto |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad mayor |
Víspera de San Mateo | 20 de septiembre | 12:01 | Fiesta |
San Mateo | 21 de septiembre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Víspera Beato Palafox | 30 de septiembre | 12:01 | Solemnidad |
Beato Palafox | 1 de octubre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad |
Víspera de Todos Santos | 31 de octubre | 12:01 | Fiesta |
Todos Santos | 1 de noviembre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta |
Todos Difuntos | 2 de noviembre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa 12:01 |
Clamores de difuntos capitulares |
Víspera de Cristo Rey | 12:01 | Fiesta | |
Cristo Rey |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Fiesta | |
Víspera de la Purísima | 7 de diciembre | 12:01 | Solemnidad |
Purísima Concepción | 8 de diciembre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad |
Nochebuena | 24 de diciembre |
12:01 30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad mayor |
Navidad | 25 de diciembre |
30 minutos antes misa 10 minutos antes misa |
Solemnidad mayor |
Víspera de Santa María | 31 de diciembre | 12:01 | Solemnidad |
Silencio campanas | Viernes y Sábado Santo |
De acuerdo con los toques propuestos, las campanas deben contar con los siguientes mecanismos:
En consecuencia, hay que volver a programar los seis motores actuales para los toques correspondientes, Las campanas que carezcan de motor no deben tener rueda de volteo por innecesaria. De acuerdo con los toques tradicionales parece absolutamente innecesario el volteo automático de las tres campanas mayores. Por tanto no deben estar dotadas de motor ni de rueda, y deben permanecer fijadas a la pared con los ganchos ya existentes. De acuerdo con las costumbres de esta Santa Iglesia Catedral, solamente en casos muy extraordinarios, como la visita del Papa o la canonización de un santo, podrían voltear manualmente las cuatro campanas, incluso las seis, pero solamente de manera manual. No tiene ningún sentido dotar de motores que no se van a utilizar nunca. Pero aún tiene menos sentido introducir volteos de cuatro, de seis e incluso de diez campanas, que no forman parte de la tradición, de la memoria histórica ni siquiera de los gustos tradicionales de esta Catedral y su ciudad.
Finalmente proponemos que solamente se puedan interpretar los toques programados, sin otra posibilidad de composición, según el libre arbitrio del que acceda a los mandos del ordenador. Hemos aplicado esta propuesta en las Catedrales de Sevilla, Valencia y Zaragoza, precisamente para preservar la tradición. Los toques programados, una vez aprobados por el Cabildo, que es el principal usuario de los mismos, forman parte del patrimonio de la Catedral, y no pueden ni deben ser modificados sin una reflexión previa, no solo individual sino capitular.
Documentación y estudio de las campanas de la Catedral http://www.campaners.com/php/catedral.php?numer=137
Entrevista a Ricardo OTÍN – 01-09-2010
NÚÑEZ MARQUÉS, Vicente - Las campanas de la Catedral (1951)
PÉREZ, Sebastián - Constitvciones synodales Del Obispado de Osma (1586)
RELOJERÍA VALVERDE – Programación de los toques de campanas (2009)
RODRÍGUEZ, Susana - La torre barroca de la Catedral de El Burgo de Osma (2000)
© LLOP i BAYO, Francesc (2010) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 29-03-2024 |