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© Página de la Comarca Natural de Páramo - Vega - Loma - Valdavia (1998) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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Maestros campaneros de Rusia, Gran Bretaña, Francia, Italia, Austria, Alemania, Noruega, Bélgica o Suiza participaron en este encuentro, en el que tuvieron como anfitriones a los representantes de Campanas Quintana de nuestra localidad.
La familia Quintana que representa en este congreso a España (y por lo tanto a Saldaña), se incorporó a este congreso hace cuatro años, en el congreso XVII que tuvo lugar en Lovaina. De ese, su primer congreso, se llevaron una impresión muy agradable: estuvieron tres días y pudieron conocer la ciudad, los carillones y a la gente. Al año siguiente la convención se desarrolló en Alemania; el año pasado fue en Italia y este año ha sido Saldaña el lugar elegido como sede.
“A la hora de traerles a España se ha pensado”, segÚn Ignacio Quintana miembro de la familia y seguidor de la tradición campanera, “en que conozcan un poco la región, las cosas que tenemos aquí y mostrarles un poco la cultura entorno al tema de la campana y luego, como siempre, dedicamos una mañana a hablar cada uno: exponer como nos ha ido el año, como nos ha ido la fundición, los problemas que hemos tenido y todas las novedades que hayamos podido descubrir entorno a la campana. De lo que se trata es de comentar los sistemas modernos que se usan y las obras importantes que hemos hecho al cabo del año.”
Y fue precisamente todo eso lo que formó el programa de actividades de este XX congreso. El primer día, 8 de octubre, todos los congresistas se desplazaron hasta Valladolid. Allí fueron recibidos por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, en el Palacio de La Asunción. Durante este día también tuvieron tiempo de visitar el museo de escultura y lo más representativo de esta ciudad.
La segunda jornada del congreso se desarrolló en su totalidad en Saldaña. Los problemas que cada fundidor tiene en su país, los trabajos realizados a lo largo del año, las inquietudes de cada uno y los distintos aspectos relacionados con el mundo de la campana fueron los argumentos que se expusieron y centraron la mesa redonda que se celebró en el salón de actos del ayuntamiento en la mañana del 9 de octubre. Pero sí por algo se caracterizó esta jornada fue por el optimismo con el que estos maestros fundidores ven el futuro de la campana; todos ellos destacaron su confianza en el futuro de esta tradición tan antigua. Así afirmaba Manuel Quintana, cabeza de esta familia de fundidores que, “hemos mirado la campana con vista al siglo XXI y parece ser que el optimismo es general. Todos los fundidores están poniendo especial interés en que las administraciones pÚblicas adopten unas medidas de protección y que la campana siga funcionando con condiciones óptimas y buenas para que generaciones futuras puedan escuchar y disfrutar de aquel patrimonio a través de tantos años de experiencia”.
Pero aunque el futuro es esperanzador para todos ellos, en la actualidad aÚn siguen contando con algunos problemas en sus distintos países de origen. En Austria, por ejemplo, señala el fundidor Grassmayr “el mayor problema es el del ambiente, los problemas burocráticos que se nos plantean cuando tenemos que hacer un trabajo”.
Por su parte, el noruego Olsen Nauen apunta que “lo más grave que hay en nuestro país es la burocracia, por ejemplo estamos obligados a reciclar la misma tierra. A mí me gustaría, para evitar problemas, tener más maquinaria y menos personal y así se haría un trabajo más rápido”
A lo largo de esa mañana también se estableció el lugar y la fecha del que será el XXI Congreso europeo de fundidores de campanas. La cita será en Austria y también en el mes de octubre.
Una vez finalizada la mesa redonda, los congresistas pudieron visitar la Villa romana de la Olmeda y el Museo de San Pedro.
Por la tarde, tras visitar la fundición de campanas de la familia Quintana los maestros fundidores pudieron disfrutar en la plaza Vieja de un concierto de toques tradicionales de campanas. Esta demostración, “una tradición propia, muy nuestra y además peculiar”, corrió a cargo de tres campaneros de Zamora: Joaquín Alonso, Justiniano Pozo y Luis Miguel Juan (quien contaba con doce años y por lo tanto fue presentado como el mejor alumno de Joaquín). Algunos de los toques de campanas que pudimos oír fueron Encordar (para la misa posterior al entierro); Molinera (llamada a los vecinos a la misa mayor); A fuego (avisa a los vecinos del peligro de la incursión del enemigo en el pueblo); Alborada (avisa a la gente de que empieza el día); Ding-Dang o muerte de un niño (suena cuando muere un niño. Es alegre porque se cree que cuando fallece un niño va al cielo); Concejo (llamada para reunir al pueblo a hacer un trabajo en comÚn).
El Último día del congreso, el sábado 10, los participantes en el mismo visitaron la capital palentina donde pudieron ver la catedral. En esta misma jornada, pero ya por la tarde, se desplazaron hasta la localidad vallisoletana de Urueña donde vieron el centro etnográfico “Joaquín Díaz” (hablamos en estas páginas más detalladamente de este museo).
Con una cena informal se puso el broche de oro a este XX congreso de fundidores de campanas del que todos los empresarios han destacado el buen trato recibido y la amabilidad de las gentes.
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