La Iglesia de San Martín con la malla protectora y las vallas para evitar desprendimientos - Autor: LOINO / M. J. A.
Los vecinos coinciden en la necesidad de una "restauración íntegra" del Monumento Nacional
Durante sus cinco siglos de existencia, la iglesia Arciprestal de San Martín ha permanecido inmune al paso del tiempo. Sin embargo, desde el pasado año su deterioro no ha hecho más que acelerarse a la espera de que la Generalitat decida financiar las obras o se destine una parte de la subvención cultural con la que se beneficiará el municipio por las obras del AVE. "Estamos en un momento de espera e incertidumbre y en cuanto tengamos noticia de alguna ayuda, nos adaptaremos a ella, porque la iglesia necesita una reforma", indica el párroco de la localidad, Joaquín Rodes.
En las últimas semanas ha sido necesario instalar diferentes vallas en la zona lateral del templo "para evitar pequeños desprendimientos de piedras provenientes del tejado", señala Rodes. Sin embargo, en esta ocasión -a diferencia de lo ocurrido el pasado año cuando, el día del Corpus Christi se desprendió parte de la cornisa por "la oxidación de los hierros que la sostenían"- los desprendimientos no "revisten un grave peligro" sino que, como señala el sacerdote, "las vallas son para evitar que pequeñas piedras que se desprenden a causa de los palomos que anidan en el campanario dañen a los viandantes". Es una medida "meramente preventiva", recalca el párroco del municipio.
La caída de cascotes hace ya un año evidenció que este Monumento Histórico Artístico Nacional del siglo XVI "necesita una reforma íntegra", tal como indica el concejal de Obras y Urbanismo del ayuntamiento de Callosa de Segura, Paco Rodríguez. Una opinión que secunda la mayoría de vecinos del municipio que miran con temor a los muros de caliza del templo callosino. Desde la caída de la cornisa, el seis de junio del pasado año, como señala el edil, "el campanario continúa revestido de una malla protectora que colocó el consistorio para evitar caídas de piedras a la vía pública", a la espera de que la Generalitat se pronuncie sobre su restauración.
Mientras la Generalitat Valenciana -que ya se encuentra en posesión de los informes de la situación actual del templo- se decide a tomar cartas en el asunto y conceder una cuantiosa subvención necesaria para su reforma, son muchos los que apuntan hacia al consistorio callosino para que comience con la restauración del templo. Un asunto que, como señala Rodríguez "no es competencia del Ayuntamiento", pero que "se tiene muy en cuenta". "En caso de que no se otorgase una subvención de la Generalitat para reformar el Monumento Nacional, el ayuntamiento destinaría parte del 2% cultural para quitar el peligro que reviste el templo", indica Rodríguez.
No obstante, matiza que la Iglesia "hay que reformarla entera y el consistorio no puede acometer económicamente esa obra", puesto que con la subvención cultural del AVE el consistorio "tiene que realizar otros proyectos, como la construcción de un paseo lineal en las que serán las antiguas vías del tren y el desmantelamiento de las mismas que también conlleva un gasto". De esta forma, el edil de Obras opta porque sean la Generalitat o la Iglesia "que es su propietaria" quienes lleven a cabo la reforma, aunque, como señala, "cuenten con el apoyo del consistorio callosino como ahora con la subvención de la red protectora o la colocación de vallas para evitar el peligro a los viandantes".
Otra preocupación para los callosinos acerca del estado de conservación de este Monumento Nacional es el estado de las grietas que recorren su fachada. A pesar de su aspecto, Rodes señala que "los arquitectos aseguran que no son graves, sino que al parecer se produjeron porque el muro se asentó". Para averiguar el estado de las mismas, los técnicos colocaron "unos testigos de escayola y resina" para ver si se rompían porque el deterioro proseguía, "pero continúan en el mismo estado". En cambio, según Rodes, "lo que más preocupa a los técnicos es el estado de las cubiertas y de las zonas construidas con caliza de mala calidad como es el caso de la torre del campanario porque revisten mayor riesgo de desprendimiento".
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