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© Ideal (2011) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 25-04-2024 |
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30 nidales protegen en la provincia especies amenazadas como el cernícalo primilla, el murciélago, la lechuza o la cigüeña blanca
Aunque oficialmente el Día Internacional de la Biodiversidad no llegará hasta el próximo domingo, Diputación Provincial ha adelantado su celebración escolar a la jornada lectiva para llamar la atención de alumnos y maestros y sensibilizar sobre la importancia de preservar los ecosistemas y la diversidad biológica en beneficio del bienestar humano.
Con tal fin, en la mañana del pasado jueves se dieron cita en Guadalén 200 niños procedentes de los colegios Nuestra Señora del Castillo de Vilches y San Isidro de Guadalén. El lugar, la Plaza de las Cigüeñas Blancas, espacio de singular geometría con casas de reciente encalado en la que destaca la iglesia de San Francisco con su nido de cigüeñas en el tejado del campanario. La elección para celebrar el Día de la Biodiversidad no podía ser mejor.
Con la presencia de la Diputada de Sostenibilidad de Diputación, María Angustias Velasco, técnicos del ente provincial desarrollaron una charla en la que se habló de los 530 nidales colocados en distintos rincones de la provincia para proteger especies amenazadas como el cernícalo primilla, el murciélago, la lechuza, el vencejo o la propia cigüeña blanca. Realizaron también un desayuno colectivo y participaron en talleres sobre anidamiento de aves, identificación de caracoles, diseño de silueta de especies amenazadas o exhibición de rapaces.
Pero lo que recabó la plena atención del niño fue la evocación del momento vivido hace unos meses cuando hubo que quitar del campanario el descomunal nido de 2.300 kilos que amenazaba con hundir el tejado de la iglesia. Se recordó que aprovechando la fase migratoria de la pareja de cigüeñas, un equipo técnico de la Agencia de Medio Ambiente, con grúa e instrumental adecuado, procedió al derribo del prodigioso nido. Dos días enteros duraron las operaciones, porque ni los más crédulos podían sospechar que del habitáculo salieran cientos de kilos de barro, leña y ramas por doquier, una chaqueta entera, botas de agua, un impermeable o trozos de bolsas de los centros comerciales que circundan la zona. En su lugar se procedió a colocar una plataforma plana de buen sustento para que las cigüeñas pudieran anidar de nuevo. Así ha sucedido, de forma que los pequeños que celebraron en Guadalén el día de la biodiversidad no solo pudieron seguir disfrutando del porte erguido de estas aves, elegantes ascensos en espiral, crotoreos, vuelos a gran altura y planeamientos y aterrizajes en el nuevo refugio, sino que en la distancia comprobaron como dos pequeños polluelos asoman ya la cabeza entre las ramas del nuevo nido.
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