Desde el Arzobispado de Sevilla, se destacaba este año la bella y antiquísima imagen de la Virgen de Santa María de la Mesa, Señora del también más grande e importante templo de los que tenomos en Utrera y que lleva su nombre. Una Virgen que tiene muchos devotos fuera y dentro de nuestra localidad y que este año de 2010, se ha intensificado considerablemente, en cantidad, los venidos a su procesión, el pasado 15 de agosto.
Se dice que la Virgen concede un deseo de los tres que se pide cuando sale a la calle cada año. Además, la Asociación de Campaneros de Utrera, con esos personales y originales modos de voltear y repicar las campanas en nuestro pueblo, modo que es único en Utrera, desde hace varios siglos, convierten la mañana del Día de la Virgen de Agosto o de la Asunción de la Virgen, en una jornada llena de magia.
El centro de Utrera presentaba un aspecto pleno de gentío, que para nada corresponde a las fechas que estamos, cuando la mayoría de las personas están disfrutando de sus merecidas vacaciones de verano.
Mucha devoción y mucha emoción contenida se observaba en los rostros de los seres que se reunieron en esa salida, a las 09:00 horas y es que los deseos debieron ser muy especiales como corresponden a momentos de crisis, cuando el trabajo escasea y muchas familias están pasando verdaderas necesidades.
Hasta las puertas de la Parroquia de Santa María, también vinieron este año, a la procesión de la Virgen, personas incluso de Sevilla capital y de otros municipios alejados en kilómetros, pero que se sintieron muy unidos a los locales en devoción, ante la plácida mirada de Nuestra Señora de Santa María de la Mesa, que recorrió las calles del centro histórico de la población.
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