El 6 de julio se colocarán en la torre y sonarán por primera vez para el inicio de la novena a Santa Ana
Las nueve campanas de la catedral de Tudela que fueron trasladadas en febrero a talleres de Valencia (7) y Alemania (2) para su restauración regresaron ayer a la capital ribera una vez arregladas. La décima, llamada María y que, con 2.033 kilos es la de mayor peso, ha sido restaurada en el propio campanario del templo, al ser imposible sacarla por su tamaño.
Durante la tarde de ayer ocho de las nueve campanas se colocaron en la plaza Vieja, situada junto a la catedral, donde, en principio, iban a permanecer expuestas hasta el 6 de julio, fecha en que serán instaladas de nuevo en la torre de la catedral. Finalmente, como apuntó el deán, Jesús Zardoya, y con el fin de evitar que pudieran sufrir algún deterioro al estar al aire libre, se decidió introducirlas en el templo -la novena, que quedó en una nave industrial, se llevará hoy-. Se podrán ver de 9 a 13 y de 16 a 19 horas.
La bendición de las campanas tendrá lugar el domingo, día 4 de julio, a las 12 horas. Sonarán por primera vez tras su restauración el día 17 de julio, coincidiendo con el inicio de la novena a Santa Ana.
Los trabajos han corrido a cargo de la empresa valenciana 2001 Técnica y Arquitectura y su coste rondará los 170.000 euros. Como explicó Zardoya, casi el 50% del presupuesto se prevé financiar con el programa "Tú eliges, tú decides", de Caja Navarra. Además, distintas entidades y particulares han apadrinado alguna campana y "esperamos conseguir la cantidad que queda con limosnas de fieles en julio" y otras aportaciones.
Las campanas fueron trasladadas por 2001 Técnica y Arquitectura en un camión de grandes dimensiones desde Valencia a la nave de Grúas Tudela, en el polígono de las Labradas. Desde allí, y ante la imposibilidad de acceder a la plaza Vieja con el citado vehículo, las fueron trasladando, desde las 16.30 horas, en tandas, en un remolque y un camión de menores dimensiones. Fue una larga y laboriosa tarea que se completó sobre las 20 horas, tras introducir con una grúa de Grúas Tudela las campanas en la catedral a través de la puerta de la plaza Vieja. Se realizó esta tarea tras comprobar que esta puerta daba un margen suficiente de altura para que la pluma del vehículo pudiera entrar las campanas. Varios vecinos siguieron el desarrollo de este delicado trabajo y, cuando concluyó, pasaron al templo para verlas.
El deán, por su parte, probó su sonido dándoles unos toques con un pequeño martillo.
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