Las campanas de nuestro pueblo constituyen un orgullo para todos los totolapanses nos dice el Prof. Jesús Verástigue en su libro, debido a su sonoridad clara, fuerte y melodiosa que se hace escuchar a gran distancia del pueblo. Las hacemos sonar cuando tenemos gusto, en las bodas, en los bautismos, fiestas de XV años, etc. Cuando “cortamos la Rosa” que adornara el altar de San Miguel el día de su santo o cuando se cuelga el arco ese mismo día, pero también cuando hay un muerto, etc.
Son tres las campanas que nos llaman a la oración o bien acompañan un difunto, o a unos novios. Una de las campanas está fracturada de arriba abajo, dice la tradición que la fracturó San Miguel al defenderlas del demonio que las quería llevar a otro pueblo; cuenta la misma tradición que en el siglo XIX, hubo un terremoto que las derribó y una de ellas se fracturó, y es aquí donde aparece otra confusión que refuerza la teoría de que la iglesia pudo haberse terminado en 1779, ya que la campana mayor tiene la siguiente inscripción: once de abril de 1790.
Verástigue García J. Jesús. (2002). Breve historia del pueblo de San Miguel Totolapan y su municipio. Avance Impresiones S.A de C.V. Registro en trámite. Págs. 109-110.
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