Después de escuchar durante tres días el triste sonido de la MATRACA,era un placer despertarse con el repique alegre que el campanero infundía a las campanas de la torre, anunciandonos que ya era DOMINGO DE RESURRECIÓN.
Terminada la misa y la procesión del RESUCITADO, comienza el desfile de todo el pueblo hacia el campo(afortunadamente luce un sol esplendido ¡ALELUYA!).
Caballerías bellamente enjaezadas portando a jovenes parejas, otras personas en carros o a pié, nos disponemos a celebrar tres días de gira, o como se dice en MAGUILLA, pueblo que conforma la campiña sur de Extremadura:"IR A ROAR LAS BOLLAS".
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Nota del editor: Aparentemente la campana no pertenece a Maguilla, donde hay solamente una, fija, y mucho más elevada.
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