La polémica con el reloj del campanario lleva camino de enquistarse en la localidad. En las últimas semanas se han sucedido desde el acatamiento de la sentencia presentada por «una residente venida de fuera», como matizó ayer el alcalde, Antonio Ángel Hurtado, con el cese del sonido por las noches; hasta manifestaciones y recogida de firmas en contra de la medida.
El alcalde explicó que quiere que el conjunto tenga esa catalogación para que prevalezca por encima de la legislación sobre contaminación acústica. El expediente aporta datos históricos del reloj y su ligazón con las tradiciones agrícolas locales.