La colegiata de San Miguel dispondrá de un nuevo dispositivo para regular el toque de las campanas
Campanas de la colegiata de San Miguel de Aguilar de Campoo
El campanario de la colegiata de San Miguel Arcángel de Aguilar de Campoo contará con un cuadro digital que regulará el toque automático de las campanas. El nuevo cuadro digital, que sustituirá al electrónico existente actualmente, se instalará cuando el campanario recupere sus seis campanas trasladadas hace dos semanas para su reparación.
El sistema electrónico fue instalado por alumnos de la rama de Electrónica del Instituto de Formación Profesional de Aguilar y ha estado funcionando más de una década. Ahora el sistema del campanario pretende modernizarse aún más con la instalación de un cuadro digital. No obstante, según afirma Tirso Castrillo, párroco de la colegiata, algunos toques y campanas seguirán siendo guiados manualmente.
El descenso de las campanas, realizado hace dos semanas, con una grúa de 45 metros de longitud, dejó asombrados a los vecinos y turistas que se acercaron a la Plaza España. Cuando regresen las campanas a la villa, dentro de unos días, se contratará para su subida con una grúa de cincuenta metros, y así poder descender y reparar la veleta. «La veleta se estropeó este invierno, parte de ella salió volando y fue a parar a un tejado cercano. Queremos aprovechar para bajar la veleta cuando haya que subir las campanas, arreglarla en un par de horas y volverla a instalar el mismo día», agrega Tirso Castrillo.
La torre parroquial, con ocho ventanales al exterior, cuenta con ocho campanas, pero cuatro de ellas se encontraban en desuso por presentar deterioros en sus mazas o ejes. La empresa Campanas Quintana de Saldaña, encargada de su reparación, se llevó los cuatro yunques defectuosos con sus respectivas campanas. Las campanas no sufren defecto alguno, pero se trasladaron junto a las mazas para ser montados conjuntamente en las instalaciones de la empresa, lo que supone una tarea más sencilla que ensamblarlos en el interior del campanario. Además, fueron llevadas también dos campanas con mazas de hierro para ser reemplazadas por otras de madera.«Aprovechamos para cambiar las de hierro por otras de madera para que todo el conjunto de mazas sea del mismo material», comenta Castrillo.
Las campanas de la colegiata San Miguel son de diferente tipo, tamaño, peso, y antigüedad. Se ha estimado que su peso oscila entre los 150 kilos de la más pequeña y los 800 kilos de la de mayor tamaño. Las más grandes son del tipo denominado romano, y las de menor volumen son esquilones.
El campanero mayor, Macario Diego, explica que todas las campanas provienen de la fundición de la localidad burgalesa de Santa Cruz del Tozo. Se cree, por la fecha que hay marcada en algunas de ellas (1814), que la mayoría son de inicios del siglo XIX. No todas tienen esa antigüedad, porque a finales de los años cincuenta la torre perdió una de sus campanas al caerse a la plaza, sin causar daños. «Fue en el año 1958. Yo estaba en el campanario, la vi soltarse y estrellarse contra el suelo. Se descompuso entera, pero afortunadamente no pilló a nadie», recuerda Macario Diego, quien lleva sesenta años tocando las campanas en Aguilar. «Tras el incidente, mandaron fundir los trozos de la que se cayó y otra campana que estaba rota para hacer una nueva», agrega. El arreglo de las seis campanas supondrá un coste de 18.000 euros, más los gastos de la grúa, llegando hasta unos 20.000 euros el total. «Lo pagará la parroquia, esperamos tener donativos y miraremos la posibilidad de conseguir alguna ayuda de las instituciones públicas», afirma el párroco de la colegiata de San Miguel en Aguilar.
