El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, se desplazó ayer a Calahorra para visitar en la catedral de Santa María las obras realizadas por el Gobierno de La Rioja en la torre del templo, con una inversión, en la primera fase, de 503.848 euros. Sanz anunció que el próximo año comenzarán las obras de la segunda fase, que afectará al fuste de la torre y que tendrá un coste de 550.000 euros. El proyecto ya está redactado.
El presidente, acompañado del alcalde, Javier Pagola; el concejal de Cultura, José Ibáñez; el deán Julián Blázquez; los canónigos Ángel Ortega y Javier Varela; y varios miembros de la asociación Amigos de la Catedral, ascendió por el interior de la torre hasta el cuerpo superior para contemplar también la restauración del reloj y de las campanas.
La primera fase de restauración de la torre se centró en la reparación de las fábricas de ladrillo de la linterna y capulines de remate del último cuerpo de la torre, renovación de la piedra de sillería, sustitución de los pisos de los tres últimos cuerpos, reparación de la escalera de acceso entre los tres últimos cuerpos y ajuste y reparación de la maquinaria del reloj y sus esferas exteriores. También se actuó sobre el chapitel de cubrición del último piso.
Señas de identidad
El presidente de La Rioja, Pedro Sanz destacó, después de su visita a la torre, «la apuesta del Gobierno por cuidar nuestro patrimonio artístico, histórico, cultural, religioso, en este caso, que viene también a fortalecer las señas de identidad de la propia región: mantener el valor que representan las catedrales».
El presidente de La Rioja recordó que «conservar nuestro patrimonio, apostar por la cultura, es apostar por el futuro. El patrimonio aporta sin duda mucha historia, fortalece nuestras raíces y nos da nuestra visión de transmisión a generaciones venideras de lo que ha sido la historia de nuestro pueblo y región».
Sanz añadió también que «los calagurritanos se sentirán hoy muy orgullosos y honrados porque cuidemos la catedral, la catedral de La Rioja que da nombre también a nuestra Diócesis, la de Calahorra y La Calzada-Logroño» y valoró también el esfuerzo desarrollado por el Ayuntamiento en esa zona, con proyectos como las pasarelas sobre el río Cidacos. «Hoy la entrada a Calahorra, después de la construcción del puente, está dándonos una imagen distinta a la propia ciudad que viene a enorgullecernos a todos».
Por su parte, la presidenta de la asociación Amigos de la Catedral de Calahorra, colectivo que asumió el coste de la restauración de las campanas del templo, valoró la actuación del Gobierno riojano en la torre y rechazó algunas críticas sobre la diferencia de color que se aprecia en algunas zonas. «La crítica es positiva, pero los que hablan y dicen que está mal tienen muy poca idea. Les diría que vengan y que lo comprueben de cerca. Según la perspectiva y la hora del día se ve la piedra más clara o más oscura», dijo Rosa Sáinz. La presidenta de Amigos de la Catedral también aclaró que la finalidad de unas tiras metálicas que también se observan en la torre es «que el agua no vaya a las cornisas y no deteriore la piedra».
Otro detalle se refiere al sonido de las campanas, que ahora están en el interior de la torre. Para Sáinz, «ahora la acústica de las campanas es mucho más perfecta y más limpia que cuando volteaban mitad dentro de la torre, mitad fuera. Otra ventaja es que se evitarán los daños de los excrementos de las aves». Por tanto, para la asociación Amigos de la Catedral, la actuación desarrollada en la torre de la catedral de Santa María es correcta.
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