La recomendación del Síndico para que las campanadas de los relojes e iglesias de Vitoria se silencien entre la medianoche y las ocho de la mañana ha tenido una positiva acogida entre los sacerdotes de la ciudad.
La iniciativa del Defensor Vecinal, desvelada por EL CORREO, viene motivada por diversas y repetidas quejas de vitorianos, que denuncian el ruido nocturno «estridente, y que repercute en el descanso». Una de las últimas fue interpuesta por residentes del barrio de San Cristóbal.
Su propio párroco, Ángel Pérez de Azpillaga, confirmaba ayer tener constancia de esas protestas. «Tras conocerlas, hicimos una encuesta entre la gente del barrio, y eran más los que preferían que se mantuvieran, porque les gustaba el sonido», aclara. Sin embargo, asegura que si el Ayuntamiento decide que las campanas no toquen desde las 12 de la noche «no pondríamos ninguna pega».
El único problema será instalar el mecanismo adecuado para que el reloj pudiese funcionar el resto del día. «Hoy por hoy, no se puede quitar sólo durante unas horas, hay que hacerlo para siempre».
Un inconveniente que no tienen en la parroquia de Los Desamparados. «Desde que se colocó el nuevo carillón, ya se programó para que de 22 a 8 horas no funcionara», reveló Alfredo Arnáiz. Pese a que no lo rechaza, en absoluto, reconoce que echa de menos el repique de las campanas en fechas nocturnas puntuales, «como la Misa del Gallo o el Día de Pascua».
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