NIETO, Juan - Casi 600 años de espera
Casi 600 años de espera
Los vecinos de Alcanalí verán cómo a mediados de este mes bajan las cinco campanas de la torre para ser sometidas a un proceso de restauración que les devolverá todo su esplendor
Los vecinos de Alcanalí están ansiosos por volver a escuchar al unísono las cinco campanas de la torre del campanario pues en la actualidad dos de ellas no funcionan y las otras tres han perdido, debido al paso del tiempo, el sonido original que recorría las calles y tierras de la Vall del Pop.
Como reconocen los ciudadanos de este pueblo del interior de la Marina Alta, incluido el sacerdote, Pablo Aranda, ‘‘las campanas han representado para nosotros la voz de Dios en los pueblos’’. E incluso, matiza Aranda, en la cultura popular las campanas representaban uno de los primeros medios de comunicación entre poblaciones’’.
De hecho, según comenta el cura, ‘‘la Torre de Alcanalí era al más lata de todos los municipios que integran la Vall del Pop por lo que servían para comunicarse con los pueblos vecinos’’.
Por ello, hoy por hoy, esta tradición continúa vigente y es necesario que se lleve a cabo un proceso de restauración de todas las campanas para que vuelvan a sonar como lo han hecho durante siglos ya que, según Aranda, ‘‘son un referente tanto de fe como de comunicación dentro y fuera del municipio’’.
Alrededor de 600 años han tenido que esperar las campanas de la iglesia de Alcanalí para que se incluyan dentro de un plan de restauración, que a mediados de este mes de octubre pondrá en marcha la Dirección General de Patrimonio Cultural y la Conselleria de Cultura.
Conjunto cultural
El padre Pablo Aranda explica que “la Torre de Alcanalí consta de cinco campanas con una antigüedad notable, una de ellas es gótica y data del año 1450”.
Además, según comenta, ‘‘hay dos que fueron fundidas en el año 1806 y otras dos que son las más recientes, concretamente del año 1911’’.
Todas juntas forman una pieza de arte incalculable por lo que, a juicio de los vecinos ‘‘es necesaria una restauración y actualización de los medios en cuanto a los motores y maquinaria que hacen posible su puesta en marcha a día de hoy”.
Con la ayuda del Administración autonómica se va a poder cambiar las truchas de madera; una de las partes que más deterioradas ya que el material ha sufrido un gran deterioro por la polución y las condiciones meteorológicas que han aguantado durante casi 600 años.
Restauración por fases
Respecto al procedimiento de los trabajos de restauración, reseñar que se va a llevar a cabo en varias fases con el fin de no dejar a la Torre de la iglesia sin campanas por un periodo de tiempo largo.
Así pues, los especialistas van a comenzar por la campana más estropeada, que es a su vez la más grande, pesa 343 kilos y es la que peor aspecto presenta ya que con el paso del tiempo se ha ido resquebrajando y necesita ser sometida a una nueva refundición. La campana más antigua pesa unos nueve kilos y, según el sacerdote, “también necesita una mejora urgente ya que nunca se ha electrificado por lo que necesita esta actuación para que pueda volver a sonar y se recupere el sonido original”. Pablo Aranda lleva ejerciendo como cura párroco en la Iglesia de Alcanalí desde hace un año.
Con la restauración y puesta apunto de este conjunto patrimonial se cumple uno de los objetivos que se marcó desde que fue destinado por la Diócesis de Valencia a esta pequeña localidad del interior de la comarca de la Marina Alta: arreglar las campanas.
Como comenta, ‘‘cuando yo llegué a estas tierras la campana más estropeada no funcionaba y no se ponía en marcha, además el sonido de las otras no era el original y los vecinos querían que se recuperase esta parte de su patrimonio histórico que ha formado parte de la vida de miles de residentes en los pueblos de la Vall del Pop”.
Los ciudadanos, según Aranda, ‘‘tienen una gran ilusión para que estas campanas vuelvan a sonar y más todavía, si se recupera el toque original a través de impulsos”.
Se muestra convencido de que este proyecto, que impulsa el Consell finalice con éxito y todos esperan con ilusión el momento en que los técnicos bajen las campanas para poder iniciar los trabajos de restauración.
Oportunidad única
Aunque aún no se sabe la fecha exacta, se espera que a mediados de este mes de octubre, todo el pueblo se reúna en torno a la iglesia para poder presenciar el momento en el que retiren las campanas de la torre. ‘‘Será una oportunidad única para observar con precisión los entresijos y detalles que esconden estas joyas del patrimonio cultural valenciano”.
A pie de calle, los vecinos podrán disfrutar al ver sus campanas en el momento que las trasladen hasta el taller de fundición. Podrán descubrir las historias que esconden sus campanas y ser conscientes de su majestuosidad.
Pablo Aranda invita a todos los vecinos de Alcanalí y otros pueblos de la Marina Alta a que participen de la bajada de las campanas ya que podrán ver de cerca los relieves y grabados que contiene.
En este sentido explica que una de las campana que datan del siglo XIX, “tiene una imagen de la Virgen de los Desamparados grabada que muy poca gente conoce de su existencia por lo que toda la localidad se sorprenderá al verla y será un motivo más de alegría”.
Las campanas de Alcanalí forman parte del catálogo de la Conselleria y del Gremio de Campaneros de Valencia que, a juicio del párroco de la localidad, “están realizando un gran esfuerzo para poder localizar y catalogar las campanas de las iglesias de la Diócesis de Valencia”.
Mientras dura el proceso de restauración de las campanas, los residentes en este municipio esperarán pacientes hasta que regrese esta parte de su patrimonio histórico.
NIETO, Juan
Las Provincias (03-10-2006)
Parròquia de la Nativitat de Maria - ALCALALÍ: Campanas, campaneros y toquesALCALALÍ: Campanas, campaneros y toquesRestauración de campanas: Bibliografía
Volver a la página anterior
Menu inicial CAMPANERS DE LA CATEDRAL DE VALÈNCIA
Convertir a PDF
