La población de Xàbia ha vivido este viernes como una gran fiesta por la iglesia de San Bartolomé recupera su voz. El regreso de las cuatro campanas, tras los trabajos de restauración, ha despertado un gran revuelo y muchas han sido las personas que no han querido perderse esta ocasión que muchos han calificado como histórica.
A finales de junio del pasado año 'Bertomeua', 'Victoria', 'Sebastiana' y 'Mariana' abandonaron su privilegiado hogar, en lo alto del templo gótico. Sólo las tres primeras han regresado, ya que la cuarta estaba muy deteriorada y no se ha podido recuperar. Para suplir su vacío ha llegado 'Perpetuo Socorro', de nueva fundición.
No se han hecho esperar, su presencia estaba prevista para las once de la mañana, pero se han adelantado un poco. En cuanto el camión ha estacionado en la plaza de l'Església, feligreses y curiosos se han arremolinado a su alrededor para fotografiarlas y para hacerse fotos con ellas. Todos querían inmortalizar el momento que tanto llevaban esperando.
«Qué ganas tenemos de oírlas otra vez», ha comentado emocionada Mayka. Y no es para menos ya que 'Bertomeua', también conocida como 'La Grossa' porque es la más grande, dejó de voltear y enmudeció hace ya dos décadas. Sus compañeras lo hicieron hace seis años.
Mayka relata que las pudo ver de cerca hace 30 años, cuando subió al campanar. Por eso considera que «esto es algo histórico». Junto a ella, Ana Devesa comenta que ellas las fueron testigo cuando las bajaron a principios del pasado verano y que ahora estarán cuando las pongan, porque saben que eso es algo que no volverán a disfrutar en lo que les queda de vida.
El párroco, Juan Antonio Navarro Tarín coincide con ellas. Estas campanas, fundidas en 1941 y 1942, se han restaurado a conciencia. «Si Dios quiere, hasta dentro de 300 o 400 años no será necesario volver a bajarlas», añade. Está emocionado porque vuelve la voz del templo pues «son el sonido que acompaña la vida del pueblo con sus toques». Y no sólo eso, sino que además ahora volverán a tener la misma intensidad que la primera vez que llegaron a Xàbia.
José se acerca a hablar con el cura. «Esto es una alegría para el pueblo, todos hablan de las campanas». También pone de relieve que se han dado cita muchas personas mayores, algunas de ellas ya habían nacido cuando llegaron por primera vez a la localidad.
Ese es el caso de Magdalena Marí, de 84 años. Sentada en uno de los cañones de la plaza, contempla todo lo que ocurre a su alrededor. Rememora aquellos tiempos cuando era pequeña: «Subíamos al campanar y hasta jugábamos allí y tocábamos las campanas. Por ese motivo considera que «era preciso venir», siente gran ilusión al verlas como nuevas.
Comenta que tiene un archivo. En su mano porta un folio manuscrito que ya tiene unos años. En él se puede leer que «las antiguas campanas eran las más grandes y de mejor sonido de toda la comarca, llegando éste más allá de Gata de Gorgos». Al parecer, la más grande tiene un 3% de oro y un 10% de planta, según el archivo.
Además de recoger en qué punto cardinal se situaba cada una, con 'La Grossa' al oeste, también detalla las clases de toques y que en el caso del volteo general tenían que hacerlo entre cuatro hombres. Y no se olvida de que la familia Miñana fue la encargada durante varias generaciones de cuidarlas y voltearlas.
Salomé se ha acercado porque es algo que «hay que celebrar con todos los honores». Cuando ella tomó la comunión 'Bertomeua' todavía sonaba y era una alegría para el pueblo, pues «el toque es una cultura musical».
Mientras habla, todos a su alrededor están atentos a los preparativos para bajar las campanas del camión. Algunos se sitúan en las escaleras de la iglesia para tener una mejor perspectiva y no perderse ni un detalle. El resto se queda alrededor, pero fuera de la zona de peligro. La Policía Local se encarga de mantener la seguridad mientras muchos, con sus móviles o cámaras en mano, se dedican a inmortalizar el momento. No faltan los turistas extranjeros que preguntan con curiosidad qué está pasando.
Pronto empiezan a llegar escolares de varios colegios. Observan atentos todo lo que acontece. Y piden con insistencia que hagan sonar la matraca. Su deseo se hace realidad de la mano del vicario. En el momento en el que se empieza a elevar 'Perpetuo Socorro', los alumnos, sentados en el suelo de la plaza, comienzan a aplaudir. Es como una fiesta.
También Josefa Cholbi está disfrutando y haciendo fotos. Vive muy cerca de allí. Cuenta que siempre oía las campanas desde casa, pero que no molestaban, formaban parte de los sonidos cotidianos. Se acuerda de unas frases. «Bertomeua em diuen i cent arroves pese…». Junto a ella, Toni Espinós trata de recordar cómo era el final.
Tampoco la alcaldesa, Rosa Cardona, ha querido perderse este acontecimiento, pues «la voz de la parroquia se volverá a escuchar». Y lo mejor de todo es que estarán en la plaza cuando baje hasta el Nazareno, «que para nosotros es lo más grande».
Las campanas permanecerán expuestas ante la puerta del templo hasta el lunes, cuando las suban al campanario. Antes hay preparados una serie de actos. Esta misma tarde ha tenido lugar la conferencia «El campanar de Xàbia torna a ser un instrument musical», a cargo de Francesc Llop i Bayo, antropólogo y presidente de los Campaners de la Catedral de Valencia.
El sábado están previstas varias visitas guiadas al campanar, talleres y la actuación de la banda del Centro Artístico Musical de Xàbia. Al día siguiente, el domingo, el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, bendecirá las cuatro campanas después de la misa. A continuación, la Associació de Campaners de la Catedral de València ofrecerá el concierto «Tocs Tradicionals de Xàbia».
Para el primer volteo desde el campanario, los vecinos y feligreses tendrán que esperar a que acabe la Cuaresma. Su voz se volverá a escuchar desde su tradicional ubicación en Pascua.
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