Uno de los objetos más antiguos que acoge este espacio es una campana de bronce que data de 1773 - Autor: GURZMÁN, Jorge
Sistemas hidráulicos y de alerta de incendios, bombas, campanas son objetos que se exponen en espacio céntrico.
Uno de los objetos más antiguos que acoge este espacio es una campana de bronce que data de 1773 - Autor: GURZMÁN, Jorge
Una de las instituciones emblemáticas de Guayaquil es el Cuerpo de Bomberos. Desde su fundación, la urbe porteña ha sufrido devastadores incendios. Algunos de ellos incluso casi la borran del mapa.
Pero Guayaquil ha resurgido de sus horas más oscuras con el aporte de valerosos ciudadanos que ayudaron a reconstruirla. Una parte de la historia de esta ciudad reposa en el Museo del Bombero Ecuatoriano Félix Luque Plata, ubicado en avenida Malecón y Cornelio Escipión Vernaza, centro, a pocos metros del cerro Santa Ana, donde se fundó la urbe.
La historia de este espacio se remonta a 1905, al inaugurarse en ese predio una planta proveedora de agua para combatir los incendios en la ciudad.
Luego del gran incendio de 1896, las autoridades analizaron la instalación de un sistema de distribución del líquido para emergencias.
Es así que se formó la Junta Proveedora de Agua, encabezada por el entonces primer jefe de Bomberos, Miguel Hurtado. En 1898 comenzó a edificarse el inmueble que acogería bombas y calderos.
Los encargados de la instalación de estos equipos fueron los ingenieros Thur de Koss y Alberto Maurry, quienes también participaron de la construcción del ferrocarril, explicó Cinthia Chávez, administradora del museo porteño.
Este sistema comprendía tuberías subterráneas instaladas en el río Guayas que succionaban el agua al encenderse calderos mediante combustión. El líquido iba hacia tanques ubicados en el cerro Santa Ana, que almacenaban entre 3 y 4 millones de litros de agua.
“Cuando ocurría una emergencia, lo que hacía la persona encargada de controles en este sector era abrir la llave y el agua descendía a toda la red de hidrantes que estaban conectadas”, manifestó Chávez.
La planta proveedora de agua fue inaugurada en 1905.
El 31 de agosto de 1979 se dispuso la creación del Museo del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, que fue montado en este espacio, finalmente inaugurado en 1982 y que hoy guarda objetos históricos que pertenecieron a la entidad.
Dicho sistema de la otrora planta proveedora se mantiene en su ubicación original, es decir, en el interior del museo.
Uno de los objetos más antiguos que acoge este espacio es una campana de bronce que data de 1773. Según reseñas del extinto cronista Modesto Chávez Franco, esta herramienta fue hallada en el cantón Daule, aunque no hay fecha exacta de su traslado hacia Guayaquil.
“Las campanas, para los bomberos, era su sistema de alarma. Ciertos repiques de campanas indicaban el tipo de emergencias al que debían acudir”, indicó la administradora del museo bomberil.
Otra máquina destacada que guarda este espacio es un guimbalete de 1856, que pertenecía a la compañía Salamandra, una de las más antiguas.
“Esta máquina funcionaba a través de cuatro palancas, de forma manual. Los bomberos tenían que empujar estas palancas para poder succionar el agua del río a través de absorbentes que se conectaban por la parte de atrás. El agua era expulsada por los tramos que estaban conectados a los costados”, explicó Chávez.
En el museo también reposan varios capachos o baldes de cuero, que era con lo que los denominados apagafuegos recogían agua del río Guayas para sofocar llamas en inmuebles.
El espacio también guarda un sistema de alarmas que fue instalado en 1940 por los ingenieros Emilio Stamer y Guillermo Meyer, con el que se notificaba al cuartel principal sobre alguna emergencia.
El 8 de mayo de 1939, el avión militar Diablo Rojo cayó en un edificio ubicado en Chile y Clemente Ballén, propiedad de Clementina Roca de Peña. Dicho inmueble se incendió. Uno de los objetos recuperados fue el portón, que hoy está instalado en la entrada del museo guayaquileño.
Este espacio fue denominado Félix Luque Plata, en honor al ex primer jefe del Cuerpo de Bomberos, en 1896, y que combatió el gran incendio. “Se dice que él perdió parte de su fortuna para poder reactivar el Cuerpo de Bomberos luego de este incendio”, dijo Chávez.
En los exteriores del museo hay una plazoleta con bustos de exjefes de la entidad.
En octubre pasado, el museo reabrió sus puertas al público luego de varios meses sin operar por la pandemia de COVID-19.
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© El Universo (2020) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 20-04-2024 |
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