os hombres de rojo apoyados por un camión grúa perteneciente a la empresa eléctrica “Machu Picchu” del Cuzco, y utilizando gruesas cadenas y largas sogas, iniciaron su trabajo al promediar las 12:00 horas, trepándose hasta lo alto de la capilla donde se encontraban las campanas, pudiendo recién bajarlas a las 15:00 horas.
“Ahora a dónde iremos a orar”, expresaban algunos fieles católicos, que observaban los precisos momentos en que las viejas campanas eran colocadas cuidadosamente en la tolva de la grúa. Como se recuerda, luego del devastador terremoto del 15 de agosto, el 90% de la infraestructura del templo colapsó, resultando heridas algunas personas que ese día celebraban una novena en honor a la virgen Santa María del Socorro.
En tanto, los vecinos solicitaron que lo más pronto posible se construya otra iglesia en el mismo lugar.
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