Inventario de las campanas de las Catedrales de España

Catedral de Nuestra Señora de la Asunción - CEUTA (CIUDAD AUTÓNOMA DE CEUTA)

TorreCatedral de Nuestra Señora de la Asunción (Referencia: 1709)
Población CEUTA
Protección No nos consta una protección patrimonial específica de la Catedral.
Descripción Sabemos que Justiniano mandó construir una basílica en Ceuta y que las crónicas árabes la identifican con la mezquita mayor de la Medina Sebta, transformada durante los siete siglos de dominación islámica. Al conquistar la Ciudad Juan I de Portugal, en 1.415, mandó bendecir esa mezquita que se transformó en Iglesia Parroquial, bajo la advocación de la Asunción, hasta que la disposición papal de 1.418 la erigió en Catedral. Su planta era muy escasa: cuatro dignidades, siete canonjías y cuatro beneficios. A nosotros han llegado los estatutos de 1.572 y 1.580.
En 1.677 se demolió la mezquita-catedral poniéndose la primera piedra, bajo planos de Juan de Ochoa, en 1.686 y consagrándose en 1.726. Once años más tarde se hacían nuevos estatutos y reglas de coro, a los que han seguido otros en 1.883 y 1.924, los que manteniendo la denominación de catedral le daban planta de colegiata, a saber: Deán, dos canonjías de oficio, cuatro de oposición y otras tantas de libre nombramiento más seis beneficios y quince cargos menores entre capellanes, acólitos y demás.
Entre 1.949 y 1.958 se hizo una gran reforma del templo, tanto en fachada -dotándola de dos torres en vez de una- como en planta, tomando forma italiana, cambiando el coro de la entrada a la cabecera y dotándola de girola, bajo planos del arquitecto José Blein.
A partir de los setenta no tiene actividad el cabildo y desde 1.987 cuenta con un pequeño museo. Obispado de Cádiz y Ceuta (2007)

Salvador HERNÁNDEZ GONZÁLEZ en Aproximación al Arte Religioso en Ceuta (Siglos XV al XVII) describe mejor tanto el proceso constructivo de la Catedral como las torres de la misma:
Fachada Principal
A raíz de la conquista de la ciudad por Juan I de Portugal el 21 de agosto de 1.415, y la creación de la diócesis ceutí el 4 de abril de 1.420 por la bula "Romanis Pontifex" del Papa Martín V, se inicia el 6 de septiembre del mismo año la construcción de la catedral sobre la antigua mezquita aljaima. Se crea bajo la advocación de Santa María de la Asunción, debido al hecho de haber pasado la ciudad a manos portuguesas en la víspera de dicha festividad religiosa.
El edificio llega en muy mal estado a la segunda mitad del siglo XVI. El paso del tiempo, los frágiles materiales empleados en la construcción de la mezquita catedral y los frecuentes asedios padecidos por la ciudad, deterioraron el mismo. En 1.665 el Cabildo declara la ruina del recinto sacro y siete años más tarde el obispo Antonio Medina Chacón y Ponce de León ordena su definitivo cierre, instalándose el cabildo eclesiástico en la vecina iglesia de Nuestra Señora de África.
En 1.686 el obispo Antonio Ibáñez de la Riba inició la cimentación del edificio y en 1.687 encarga la obra al arquitecto Juan de Ochoa. En 1.694, cuando sobrevino el sitio de Muley Ismail, el templo se hallaba ya cubierto, pero sin consagrar, sirviendo de cuartel de infantería, hasta el 8 de diciembre de 1726 en que fue consagrado.
En 1.735 se construye el Sagrario, según planos de Juan de Ochoa, patrocinado por el obispo Andrés Mayoral. A fines del siglo XVIII se acometen algunas obras de reparación, debido a los daños producidos por un nuevo cerco en 1790, que afectaron a las cubiertas y vidrieras.
En 1.828 se sustituyó el retablo mayor de madera dorada y policromada, obra de Juan del Castillo en 1.737, por un lienzo de la Asunción de la Virgen. A fines de siglo se desplomó la media naranja, destrozando el presbiterio, siendo reconstruido entre 1.900 y 1.901.
Entre 1.944 y 1.955 se remodela el edificio, obra del arquitecto José Blein Zarazaga. Se edifica un nuevo presbiterio con girola y capillas radiales, un nuevo sagrario, adosado a la nave de la Epístola y se levantan las dos torres gemelas de la fachada.
Arquitectura
La Catedral es un edificio de planta rectangular, compuesto por tres naves divididas en cuatro tramos más crucero, a las que se adosa una cabecera semicircular con girola. Las naves se separan por medio de pilares de sección cuadrada, sobre los que se sitúan arcos de medio punto. El crucero se cubre con bóveda semiesférica apoyada sobre pechinas ornamentadas con medallones en relieve representando a los cuatro Evangelistas, obra de Bonifacio López Torvico, dividiéndose por medio de gallones en espacios decorados con pinturas que representan a los Padres de la iglesia ejecutadas por el pintor José Martín Ocaña (nacido en Buenos Aires en 1.912).
La girola se divide en doce tramos, comunicados con la capilla mayor por medio de arcos de medio punto y dinteles. El presbiterio se encuentra cubierto por una bóveda engallonada.
El exterior de la Catedral presenta una imagen clasicista pero fría. Su imafronte se compone de un módulo central franqueado por dos torres gemelas. Se delimita por dos pilastras dóricas, rematado por un frontón triangular, en cuyo tímpano se abre un óculo. La portada se compone de un arco de medio punto en cuya clave aparece un escudo de la Iglesia, flanqueado por semicolumnas de orden corintio.
Las grandes obras del siglo XX supusieron la transformación de la fachada existente. La portada originaria fue respetada, abriéndose sobre ella una vidriera pequeña para proporcionar luz al interior del templo, por encima del órgano. La torre del lado del Evangelio (Izquierda) fue transformada, levantándose otra idéntica en el lado de la Epístola, sin cimientos.
En esta fachada se advierte la influencia de la catedral de Cádiz. Como resultado la Catedral presenta el aspecto de una obra con pretensiones monumentales y de grandiosidad, pero utilizando un lenguaje frío y poco personal.
La primitiva torre campanario del templo, ubicada hasta las grandes obras del siglo XX en la cabecera del mismo, en la zona del Evangelio (Izquierda), presentaba una planta poligonal.
Graffitti Hay escasos grafitos en las torres. Así, en la torre de Poniente dice "1.955", posible fecha de construcción del campanario.
Estado original Por lo que parece, el templo tenía una torre campanario ubicada en la cabecera del templo, del lado de Levante, de forma poligonal. Las campanas fueron trasladadas luego a una torre ubicada en la misma orientación, pero a los pies del templo, aquella que denominamos Torre de Levante.
Tras las obras de remodelación de los años 50 - 60, la Catedral es dotada de dos torres. Quedan restos de la anterior instalación precisamente en la torre más moderna, de Poniente, donde las campanas estaban instaladas al menos un metro y medio por encima de los ejes actuales, mucho más acordes con los vanos existentes.
Probablemente el conjunto seguía el esquema habitual de las Catedrales y de la torres tanto andaluzas como murcianas, es decir una o dos campanas mayores fijas, sin posibilidad de movimiento, y las menores de volteo, sin posibilidad de repique (entendiendo como tal el toque del badajo dejando fija la campana).
Estado reciente La intervención de VILLANUEVA SÁENZ mutila las campanas, abaratando los costes y facilitando la unión a los yugos metálicos, aunque dejando sin duda fija la campana de las horas. Otro resultado (aparte de los bajos costes) es la metalización del conjunto, ya que las campanas conectan directamente a través de su cabeza, sin el aislamiento de las asas, con el metal de los yugos, en contacto con la fábrica del templo.
Conservación actual El conjunto ha sido ampliado en tres campanas, y dotado de yugos metálicos de volteo, de motores de impulsos y de electromazos externos para las diversas señales. Aparentemente la actuación es impecable, sin embargo, tras un detenido análisis, conserva pocos de los valores originales del conjunto.
Por una parte, todas las campanas voltean, incluso las del reloj, lo que contradice el modelo andaluz: la campana mayor, la "Gorda" está siempre fija, lo que introduce interesantes contratiempos al efecto ternario de los volteos. Tampoco deben participar las del reloj en los demás toques, aunque quizás deba admitirse aquí que la de las horas, como en tantos otros sitios, pueda tocar también otras señales, siempre inmóvil.
Los yugos metálicos son, aparentemente, una buena adaptación a las campanas mutiladas, actuación ya irreversible. Sin embargo no se entiende la falta de aislamiento, aunque sea una superficie plástica, no solo para separar acústicamente en aquello que se pueda las campanas de los yugos, sino para fijarlas, de modo que no sea la actual e inestable relación de metal con metal. Hay, además, otro hecho absolutamente inaceptable, como es la utilización de chapas de hierro para aparentar, que no lo consiguen, la estética de los yugos de madera. Menos aún cuando se utilizan perfiles valencianos (exactamente el yugo de la "Maria" de la Catedral de València) útil y necesario en aquellas tierras, pero fuera de lugar aquí. Si utilizan yugos de perfil metálico, que sean al menos de perfiles andaluces, bien diferentes, alargados y característicos.
Acústica La forma de las torres, con su bóveda coronando la sala, es la más adecuada para la expansión sonora de los toques, que se vería notablemente mejorada con la sustitución de los balconcillos de forja, en grave estado de conservación, por unos muretes de obra, que mejorarían la resonancia de los tonos más graves de las campanas.
Palomos y otras plagas Curiosamente, las aves ensucian las campanas por la cara interna, mientras que la cara externa se encuentra totalmente limpia: lo habitual en las torres que sufren la plaga de los palomos es que las campanas estén sucias tanto por fuera como dentro.
La falta de protección de las torres, especialmente en los accesos a la sala de campanas y la entrada inferior, hacen que este conjunto se encuentre entre los más afectados por excrementos de aves de todas las catedrales de España.
Así como la sala de campanas es de difícil protección pasiva (que no obstante aumentaría si los mechinales y otros posaderos de la estancia estuvieran cubiertos, para las torres, la mejor defensa es el cierre de puertas y ventanas con rejilla metálica de acero inoxidable, resistente tanto a la intemperie, la proximidad del mar como los embates de los pájaros.
Las campanas De las ocho campanas de la Catedral, actualmente todas dedicadas a usos litúrgicos, podemos discernir tres grupos diferentes: las dos campanas del reloj, del XVIII, que en su momento se emplearon exclusivamente para los toques del paso del tiempo, aunque la campana mayor pudo participar también, fija, de algunas señales y toques. La campana mayor, la más antigua, es de 1739, mientras que la de los cuartos es de 1773, la primera de autor anónimo y la segunda de Manuel Luis RODRÍGUEZ, conocido fundidor andaluz.
Hay otro grupo de tres campanas litúrgicas antiguas: una de 1826, cuya marca de fábrica no ha sido localizada pero que pudiera encontrarse debajo de la capa de excrementos que cubre la campana, y otras dos de 1909, del conocido fundidor de Carabanchel Bajo Constantino LINARES.
Estas cinco campanas fueron mutiladas, aserrando las asas y sustituyéndolas por taladros por VILLANUEVA SÁENZ.
También hay tres campanas litúrgicas más, de CARESA de Valladolid, la empresa que realiza entre 2000 y 2001 la mecanización del conjunto, de confusas inscripciones y de las que solamente una está dedicada a San Daniel (aunque la iconografía representa a San José), mientras que las otras dos carecen de dedicación.
Toques tradicionales Suponemos que los toques tradicionales, realizados con las cinco primeras campanas consistían en el toque de los cuartos con la campana de cuartos y el de horas con la de horas, ambas fijas. Mientras que la primera solamente se utilizaba para este fin, la segunda actuaba como contrapunto sonoro de diversas señales festivas, de difuntos o de fiesta.
Por tanto los toques litúrgicos eran interpretados por las otras tres campanas, mientras que las señales diarias y otras se hacían con la mayor, tal y como ocurre en la totalidad de catedrales de Andalucía y Murcia.
Toques actuales La mecanización propuesta por CARESA parte de cero, reutilizando todas las campanas para el volteo (algo contrario a las tradicionales locales), incluyendo la de los cuartos con las demás (algo absolutamente inusual en todas las tradiciones campaneras) y ampliando en tres campanas más el conjunto, probablemente de manera innecesaria y reiterativa, para un templo de limitada vida litúrgica.
No obstante ni las campanas tocan las horas y los cuartos (cosa improbable entre otras cosas porque la campana de cuartos carece de electromazo), ni las señales de oración a lo largo de la jornada.
Desconocemos el resto de programación.
Toques propuestos Deben programarse por tanto nuevos toques de campanas, relacionados con las maneras tradicionales (y no imitadas) de toque. En general estamos hablando de unos toques de oración a lo largo del día (mañana, mediodía y tarde, un toque de cuartos y de horas preferentemente durante las 24 horas, pero realizando los cuartos con la campana correspondiente, y unos diversos toques según la celebración y el acto. Por lo general un toque de coro más sencillo para los días de diario, otro para los domingos, otro para los domingos de Pascua y Navidad, otro para las Fiestas (en el sentido litúrgico de la palabra, que corresponden a las antiguas Segundas Clases) otro para las Solemnidades (antiguas fiestas de Primera Clase) y el toque general para las Solemnidades mayores, por decirlo de algún modo, esto es, sin pretender acotarlo, Pascua, Navidad, Corpus Christi y la Inmaculada.
Los toques se basan en los volteos de las seis campanas litúrgicas, en los repiques de las tres litúrgicas viejas y la mayor, y las señales en la campana mayor.
Actuaciones Una primera intervención, en fecha indeterminada, pero rondando los años cincuenta, fue el traslado de las dos campanas del reloj desde la Torre del Reloj, vecina y desaparecida, a la torre de Levante, la única existente en aquel momento.
En las estancias intermedias de la torre de Levante hay un par de yugos metálicos de VILLANUEVA SÁENZ. Es sabido que esta empresa, para abaratar costes y adaptar las campanas a sus contrapesos homologados, serraba las asas y taladraba las cabezas de las campanas, lo que puede justificar la ausencia de asas de las campanas más antiguas de la Catedral, demostrando así una intervención de esta empresa ya desaparecida.
La tercera intervención, entre 2000 y 2001 consistió en la mecanización de las campanas por CARESA aplicando una política de utilizar todas las campanas para todo, olvidando el papel de las campanas del reloj, así como el papel estático de la campana mayor, habitual en las Catedral y templos de Andalucía y Murcia.
Actuaciones urgentes Debe regularse los electromazos y los badajos señalados en las descripciones individuales de cada campana
Propuestas Debe indicarse muy especialmente que la propuesta de intervención realizada por una pequeña empresa, desconocida hasta la fecha en al mundo de las campanas, carece de los requisitos necesarios para ser aplicada. Se indica, aplicando palabras mayores "proyecto de restauración de campanas" pero es una propuesta de reparación de los problemas existentes en las instalaciones, debido a los habituales problemas producidos en las instalaciones de CARESA, una empresa de Valladolid nada respetuosa con el patrimonio.
Restauración quiere decir recuperación, en aquello posible, de los valores originales de un conjunto, aplicando en lo que sea posible técnicas reversibles, documentando las actuaciones y justificando las decisiones técnicas y patrimoniales que se tomen.
Se propone pues aquello que se describe en cada una de las campanas. Por tanto se propone la ubicación de las cinco campanas antiguas en la torre de Poniente, de modo que se pongan en la fachada principal las dos campanas del reloj, la de los cuartos arriba sin otro mecanismo que un mazo externo por gravedad y la de las horas abajo, tocada por un mecanismo que tire del badajo.
Las otras tres campanas litúrgicas de esa torre, dotadas con yugo de madera de volteo y motor de impulsos así como del correspondiente electromazo, ubicados todos al lado izquierdo, colocando la del XIX en la parte trasera.
Las tres campanas litúrgicas nuevas en la torre de Levante, con motor de impulsos a la izquierda, yugo de madera y sin electromazo.
Autor
  • ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (01-10-2006)
  • ÁLVARO MUÑOZ, Mari Carmen; LLOP i BAYO, Francesc (21-09-2007)
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    Fichas de todas las campanas

    Campanas actuales

    LocalizaciónCampanaFundidorAñoDiámetroPeso
    Torre de LevanteCampana (1)CARESA S. L. 20015281
    Torre de LevanteSan José (4)LINARES ORTIZ, CONSTANTINO DE (CARABANCHEL BAJO)190961131
    Torre de LevanteCampana (3)CARESA S. L. 200180296
    Torre de LevanteCampana de los Cuartos, Santa María de África menor (2)RODRÍGUEZ, MANUEL LUIS177381308
    Torre de PonienteSan Daniel (5)CARESA S. L. 200070199
    Torre de PonienteSan Antonio de Padua (8)LINARES ORTIZ, CONSTANTINO DE (CARABANCHEL BAJO)190971207
    Torre de PonienteSan Juan (6)182682319
    Torre de PonienteSanta María de África, del Relox (7)1729105670
    Autores ficha LLOP i BAYO, Francesc
    Actualización 22-06-2020
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    Dr. Francesc LLOP i BAYO (2024)
    083038@gmail.com
    Última modificación: 19-04-2024