La voz del Templo

Las campanas constituyen la voz del templo. Se comparaban a los predicadores llamando a la asamblea cristiana y el lenguaje de sus toques forma parte de la historia de la catedral. Marcaban la vida diaria de las gentes y los acontecimientos habituales y extraordinarios.
Con la presencia de la Campana de los Conjuros, la más antigua conservada en Murcia, se alude a su función protectora frente a las tormentas, al ahuyentarlas con sus taumatúrgicos sonidos. Esta campana de bronce, realizada en 1383, recuerda también las sucesivas torres que tuvo la catedral y el antiguo alminar de la mezquita aljama. La vista de Murcia, dibujada en un incunable de 1485, conservado en el Archivo Municipal, contiene la silueta de la torre del siglo XIV en la que se ubicó la campana, también conocida como La Mora. Esta torre se erigió sobre la Capilla de San Simón y San Judas, que le fue concedida en 1295 a la viuda de Jacobo de las Leyes. Fue derribada en la segunda década del XVI, cuando se inició la torre actual que alberga la sacristía, y cuyos últimos cuerpos se construyeron en el siglo XVIII.