"La restauración de una campana pasa por reponer los accesorios originales, ya que cada tipo de yugo o de badajo permite un toque diferente y da una sonoridad propia. La conservación tiene otro límite y es la seguridad, pues las campanas no son para la exposición, sino para sonar, incluso moviéndose. Se sustituyen aquellas piezas con roturas o debilitadas por el uso, por otras de aspecto y características similares. Algunos sistemas de fijación angituos basados en cuñas o en tuercas primitivas deben ser sustituidos, ya que muchas de las campanas tocarán automáticamente sin que haya campaneros que velen por su conservación.
La limpieza no tiene motivos estéticos sino razones acústicas, de conservación e incluso de detección de posibles fallos. Al limpiar el bronce se quita la suciedad que ahora el sonido; al limpiar la madera o los accesorios metálicos se detectan fallos que pasarían desapercibidos bajo capas de esmalte o de óxido."
Autor foto LLOP i BAYO, Francesc
Fecha 24-05-2012
