| Descripción |
En 1820 se estableció una ermita, en 1853 los vecinos no se conformaron ya con que el cura párroco de Camarones fuese alguna vez a celebrar en aquella ermita el santo sacrificio de la misa. En ese año aprovecharon la visita del obispo diocesano y le solicitaron que erigiese canónicamente en curato de ingreso la repetida ermita, lo cual se produjo el 12 de septiembre de 1855. Trasladándose a Las Lajas el padre don Manuel Pérez Falguerra de la iglesia de Cumanayagua residente en Camarones. A la llegada del mencionado padre la susodicha ermita sufrió algunas mejoras que dicho presbítero proporcionó tales como la colocación de dos campanas y algunos ornamentos de valía, siendo esta la primera referencia de campanas en la iglesia.
En 1864, el obispo de la diócesis solicitó que el Ayuntamiento contribuyera con las dos terceras partes de lo que costaran las reparaciones que proponía se hiciesen en la iglesia de Santa Isabel de las Lajas. En 1867, con donativos de los vecinos se procedió a la reedificación y ensanche de la iglesia, colocándose la primera piedra el 17 de enero, […] el obispo de la diócesis contribuyó con 500 pesos para las obras. El 17 de mayo de 1868, se bendijo la iglesia, recibió diferentes donativos entre los que se encontraban el piso de mármol y un magnifico reloj, regaló de don Antonio Mora. Se invirtió en dicha iglesia unos 25 000 pesos. En este templo consagrado a San Antonio de Padua, se destaca dentro de las iglesias católicas cienfuegueras por sus valores arquitectónicos y estéticos. |
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Campanas |
Este edificación posee seis campanas, cuatro en funcionamiento y tres conectadas al magnifico reloj, todas realizadas en bronce. Se encuentran cuatro en los vanos de la torre y dos en una estructura de madera que soporta las dos campanas de los cuartos de hora. |
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Toques actuales de campanas |
Aparte de las campanas que dan la hora, se utilizan la de 1821 y la mayor del reloj que tiene un doble funcionamiento. Para llamar a misa se hacen tres toques constantes de corta duración, el primero a las diez de la mañana, el segundo quince minutos después y el último a las y media para comenzar. Otro de los toques que se realiza es el del responso, siempre cuando los familiares del fallecido lo piden. En este caso cuando el entierro va a salir se llama desde la funeraria a la iglesia y en ese momento comienzan a doblar las campanas. Cuando el cortejo fúnebre llega al frente del templo cesan los toques hasta que parte hacia el cementerio, momento en que se vuelven a tocar hasta que se pierden de vista. |
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AutorMARTÍNEZ RAMOS, David Liestter (20-11-2013) |
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