| Descripción |
Construida entre 1626 y 1657, la iglesia se levantó sobre una planta de cruz latina con testero recto, en la que se cubre el crucero con cúpula sobre pechinas, mientras que el presbiterio, los brazos del crucero y la nave lo hacen con bóvedas de lunetos.
La decoración, llevada a cabo en yeso, material escasamente generalizado en el mudéjar, tiene su máximo desarrollo como pervivencia de este estilo durante el siglo XVII, momento en que se manifiesta mediante la decoración de lazo en bóvedas y cúpulas, en intradoses de arcos de iglesias parroquiales y conventuales. Esta «moda» decorativa de tradición mudéjar surgiría en Zaragoza y se difunde luego por el resto del territorio, concentrándose especialmente en el Valle del Jalón, a partir de 1660.
En la iglesia de Alhama de Aragón aparece cubriendo las bóvedas, cúpula e intradoses de arcos de la iglesia, utilizando el tradicional sistema decorativo de lazo con muchas variantes, comparable a otras iglesias como la del convento de San Benito de Calatayud o la parroquial de Acered.
Interesante ejemplo de la reaparición en época barroca de elementos que van a continuar la tradición de los sistemas ornamentales mudéjares y que constituyen la decoración más genuina y autóctona de la primera etapa de la arquitectura barroca en Aragón.
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Protección |
Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés (05-12-2002) |
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Campanas |
La torre cuenta con tres campanas, el modelo habitual de la comarca. O mejor dicho, las dos campanas habituales para las distintas señales diarias, semanales, festivas, de difunto y de alarma, y un campano, mucho menor, que seguramente no estaría ubicado en la torre sino en una espadaña cercana a la sacristía, para las señales diarias y los avisos a los campaneros.
Tras la intervención reciente, las tres campanas se encuentran juntas en la torre, y exclusivamente preparadas para los toques mecanizados. |
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Actuaciones |
En años recientes se hizo una intervención durísima, que aparentemente protege el patrimonio, pero que se carga con la mayor parte de los valores del monumento.
Las campanas cambiaron los yugos originales, seguramente de bandeo y por supuesto de madera, por sendas vigas de hierro fijas, decoradas con una especie de cabezal metálico, sin otro valor que el decorativo.
Tras las campanas, lo que las deja al descubierto frente a las agresiones de las aves, pusieron una reja metálica de modo que no se pueden ni mover las campanas ni siquiera repicarlas manualmente. |
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AutorLLOP i BAYO, Francesc (23-12-2015) |
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