Notas |
Vicente Vivas ya no soporta el tañido de las campanas de la iglesia que hay junto a su casa. "En casa yo me vuelvo loco". Cada día tiene que tomar varias pastillas para los nervios y una para dormir. Incluso la relación con su familia se está deteriorando. "Cuando mi mujer me dice algo le contesto mal y luego por qué lo hago si no me ha hecho nada", comenta Vicente. La normativa permite que las campanas suenen desde las 8 de la mañana a las 10 de la noche, aunque en esta iglesia el cura ha ampliado el horario. Vicente ha presentado 4 reclamaciones en el Ayuntamiento de Sueca, que emitió este informe que concluye que las campanas superan el máximo de decibelios permitidos. Sin embargo, las campanas siguen sonando y dividiendo a los vecinos. Vicente incluso ha estado cuatro días de huelga de hambre para denunciar la situación, aunque ha tenido que abandonarla por problemas de salud. |
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