Un volteo de campanas causa la caída de cascotes de la torre de los Santos Juanes - Autor: MORENO, Paco
Los fragmentos de ladrillo y cemento que hirieron a un viandante se desprendieron tras golpear la pieza de metal contra un refuerzo colocado hace un mes
Un error de cálculo estuvo a punto de causar una tragedia el pasado sábado en la calle Vieja de la Paja, justo al lado del campanario de la iglesia de los Santos Juanes. Varios fragmentos de ladrillo cayeron sobre dos viandantes, resultando herido en la cabeza un joven de 28 años, al que se le tuvo que practicar dos puntos de sutura, según confirmó ayer un portavoz de la Policía Local. El motivo, una circunstancia totalmente fortuita al voltear una de las campanas de la torre.
El párroco de Santos Juanes, Vicente Visedo, comentó ayer que hace un mes se reforzaron todos los huecos de las ventanas en la parte inferior, dentro del proyecto de consolidación y mejora del campanario. Por esta razón, se añadió una fila de ladrillos en dichos espacios.
En el hueco afectado por los desprendimientos había un rebaje, confirmó el arquitecto de la obra, Jaime Aloy, que se cubrió con ladrillos. El caso es que eso provocó que la parte central del contrapeso de la campaña golpeara con el primer volteo, provocando la caída de trozos.
Hasta ayer estuvo buena parte de la acera de la calle Vieja de la Paja, junto a la puerta lateral del templo, cubierta de restos de ladrillos. Aloy confirmó que el golpe de la campana no afectó a los sillares ni la cornisa del campanario, que tiene evidentes signos de deterioro en las piezas decorativas.
El arquitecto, autor asimismo de una importante reforma en el interior de la iglesia, destacó que en los últimos meses se ha intervenido en el campanario, en aspectos como la reposición de las juntas de las cornisas, así como la impermeabilización de la cubierta para aislarla de las humedades por lluvia.
Precisamente una de las piezas que faltan en las ventanas del campanario son unas molduras de cobre que protegerán esta zona del agua. El refuerzo se realizó en tres de los huecos, donde se ha previsto la colocación de dichas piezas.
Al campanario de los Santos Juanes se accede por una escalera de caracol y la cubierta es pisable a través de una trampilla. Las vistas son espectaculares al conformar la iglesia un triángulo perfecto de monumentos junto al mercado Central y la Lonja. Los Santos Juanes es de los tres el que tiene en marcha más obras de restauración, con fondos propios de la parroquia.
Aloy indicó que en las próximas fechas se terminarán las obras en el campanario, una intervención que se ha realizado sin andamios y con los operarios descolgados para realizar su trabajo. La iglesia se remonta en su fábrica más antigua al siglo XIV, aunque la transformación definitiva en su interior se produjo a finales del siglo XVII. Entre 1995 y 1998 se realizó la última restauración de importancia, obra de los arquitectos Juan José Estellés y José Ramón Tormo, donde destacan el trabajo realizado en las fachadas que recaen a la plaza del Mercado y la calle Vieja de la Paja.
Falta la fachada de la plaza Ciudad de Brujas conocida como la portada de la «O» de San Juan, así como la exterior de la capilla de la Comunión, una de las más estropeadas por la polución del tráfico y la acumulación de excrementos de palomas en todos los rincones. En el entorno, el ayuntamiento tiene pendiente de aprobación el plan urbanístico de Ciutat Vella, en la parte central y donde se incluye la zona de la avenida Barón de Cárcer hasta el mercado Central.
Una parte destacada de dicho plan es la solución que se adopte para el tráfico de vehículos que rodea todos estos monumentos. La idea más llamativa que trabajan los técnicos es que Barón de Cárcer sea de doble sentido, en dirección hacia el centro, aunque sólo para transporte público, acceso a los aparcamientos públicos y garajes de vecinos.
Esto permitirá, entre otras cuestiones, facilitar la peatonalización de la calle Vieja de la Paja, además de la propia plaza del Mercado. Unos de los elementos decisivos para la protección de la Lonja es eliminar el tráfico privado de vehículos, para evitar de esta manera la degradación de las fachadas.
La restauración del único inmueble catalogado como Patrimonio de la Humanidad ya ha superado la década, por lo que ha caducado el barniz que cubre la piedra e impide que se filtren las partículas de la contaminación.
Acerca de la iglesia de los Santos Juanes, el consistorio también ha autorizado en el plan de protección de Ciutat Vella el uso comercial de los pequeños locales en semisótano situados bajo la explanada que da a la Lonja. Así se confía en facilitar su recuperación.
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